martes, 12 de agosto de 2014

#CHEF (8d10)

Aunque a priori no deberían tener nada que ver, resulta tentador comparar esta pequeña película de grandes actores con la reciente Begin again
Y es que ambas, desde la modestia de su sencillez, tratan temas parecidos: la importancia de la libertad artística por encima de convencionalismos comerciales u dictados de la sociedad de consumo que dicta sus propias reglas. Si en Begin again Keira Knightley era la letrista independiente que no se quería prostituir a cambio de fama y dinero como hiciera su novio (interpretado por el líder de Maaron 5), aquí es Jon Favreau (también director y guionista, con lo que se podría decir que esta es a todos los efectos una pieza de autor) quien debe elegir entre la seguridad que da el seguir los aplausos del público aunque ello le haga sentirse prisionero o dar rienda suelta a su creatividad dispuesto a perderlo todo pero con la esperanza de encontrarse a sí mismo.
Carl Casper es un aclamado chef de cocina que trabaja en un elegante y exclusivo restaurante de Los Angeles repitiendo con éxito el mismo menú en los últimos diez años. Una despiadada crítica de un blogero de internet (y las consecuencias de la misma) le abrirá los ojos ante el hecho de haber renunciado a la felicidad (e incluso al compromiso familiar) y decidirá embarcarse en una idea tan absurda como arriesgada de abrir un restaurante móvil que le permitirá regresas a sus orígenes y partir de nuevo de cero junto a las personas que realmente le aprecian y quieren.
Tremendamente divertida y algo más amable que la mencionada Begin again, #chef es una apuesta personal y sorprendente de un director acostumbrado a moverse entre grandes presupuestos en superproducciones monstruosas. Quizá agotado del esfuerzo que supone la creación (con la presión que conlleva la necesidad de que sus películas sean un gran éxito de taquilla) de títulos como Iron man, Iron man 2 o Cowboys & Aliens, Favreau ha saltado al ruedo con una comedia de corte intimista en torno al mundo de la cocina en la que además se ha reservado el papel protagonista. 
No ha sido, sin embargo, un salto sin red, ya que el orondo realizador ha hecho una pequeña trampa al traerse “prestado” de los grandes estudios a sus estrellas, ya que acompañando al propio Favreau  se encuentran Scarlett Johansson, Sofía Vergara, John Leguizamo, Dustin Hoffman e incluso la breve pero importante aparición de Robert Downey Jr.
Así, Favreau propone una estimulante historia sobre orgullo y ambición pero tiene tiempo también para lanzar dardos venenosos contra los peligros de Internet (de forma mucho más inteligente y sutil que en la reciente Sex Tape) sin bien es cierto que también enseña la otra cara de la moneda alabando los beneficios que puede ofrecer si se utiliza con sabiduría, y contra los “cocineros famosetes” que sin tener la calidad ni el prestigio suficiente se venden a realitys televisivos sólo porque un golpe de fortuna o el escándalo de turno (o una hábil maniobra de sus publicistas) los han convertido en estrellas mediáticas (que no de los fogones). Además, y aquí vuelven las coincidencias con Begin again, un alegato en favor de la responsabilidad paternal ya que una vez más nos encontramos con un protagonista que es padre divorciado (y lamentablemente esto se está convirtiendo en algo tan habitual que lo raro será encontrarnos con una película en la que los personajes principales sean actores felizmente casados).
#chef es, por lo tanto, refrescante y altamente recomendable, aunque hay algo que se debe tener muy en cuenta antes de ir a ver el film. No lo hagan con el estómago vacío. Lo pasarán mal.

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