miércoles, 16 de enero de 2019

LOS GLOBOS DE ORO

El pasado fin de semana se celebró la entrega de Los Globos de Oro, el primer gran evento que abre la temporada de premios y empieza a clarificar el camino hacia los Oscar.
En realidad, ya ha pasado mucho desde que se consideraba “la antesala de los Oscar”, por más que algunos medios sigan usando ese calificativo, y no es previsible que las películas que han triunfado aquí repitan (para eso son más fiables los premios de los sindicatos). Recordemos que aquí quien vota es la prensa extranjera, mientras que en los Oscar son los propios académicos. Además, hay otras dos importantes diferencias: por un lado, la división en dos de las categorías de película, actor y actriz, pudiendo optar por un lado representando el drama y por el otro la comedia o Musical (y hay que señalar que son las propias productoras las que deciden en que género se presentan, lo cual da pie a curiosas confusiones, como las de este mismo año), y por otro, que en la categoría a mejor película solo se aceptan películas filmadas en inglés, a diferencia de en los Oscar, que no hay limitaciones, lo cual afecta directamente a Roma, de Alfonso Cuarón.
Sí puede servir para dudar sobre el duelo que a priori se intuía para ser la mejor película del año entre El vicio del poder (Vice) de Adam McKay y Green Book, de Peter Farrelly, pero mientras la primera se ha desinflado bastante, consiguiendo solo el premio al mejor actor de comedia para Christian Bale, Green Book se llevaba a casa los premios a Mejor película de comedia, mejor actor de reparto y mejor guion, pero las polémicas en las que se ha visto envuelta con críticas por parte de los familiares del protagonista real le pueden restar también bastantes puntos.
La sorprendente ganadora de la noche fue Bohemian Rhapsody, que se coronó como mejor película dramática y cuyo protagonista, Rami Malek, fue designado como el mejor actor de drama, aunque no parece que esto sea garantía de cara al Oscar. Quienes no fallaron fueron las dos apuestas más seguras: Spiderman: un nuevo Universo es la mejor película de animación y Roma la mejor película de habla no inglesa, que también consiguió la de mejor director. La pregunta está clara: ¿se atreverán los académicos a premiar a una película hablada en español y de Netflix?
Sobre el resto de supuestas favoritas, la mayoría rascaron algo: La favorita, de Yorgos Lanthimos, se llevó el premio a la mejor actriz de comedia para Olivia Colman, Ha nacido una estrella, de Bradley Cooper, el de mejor canción, First man ganó con su banda sonora y Regina King consiguió el premio a la mejor actriz de reparto para El blues de Beale Street, del director de Moonlight.
La última película premiada fue La buena esposa, que pese al reconocimiento a Glenn Close como mejor actriz de drama no parece que cuente con muchas más virtudes de cara a los grandes premios. Hay muchas películas (recordemos también que aquí no hay premios técnicos ni de diseño) que no rascaron nada pero que sin duda tendrán una destacada presencia en los Oscar, como Black PantherEl regreso de Mary PoppinsInfiltrado en el Kkklan o ¿Podrás perdonarme algún día?
Parece que el duelo está, una vez más, muy igualado, lo cual no es sinónimo de emocionante. Cada vez da más la sensación de que los Oscar no importan a casi nadie, y la escasa taquilla de las nominadas (aparte de la sorpresa que ha sido Bohemian Rhapsody) es parte del motivo de la caída en audiencia de una gala que, a estas horas, ni siquiera tiene un presentador anunciado.
¿Se confirmarán los rumores y serán los propios Vengadores los que tratarán de salvar la situación? En breve sabremos la respuesta, así como las nominadas definitivas, entre las que ya sabemos que no estará (¿de verdad le ha sorprendido a alguien?) la española Campeones.
Seguiremos informando…

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