martes, 4 de mayo de 2021

Visto en Disney+: FALCON Y EL SOLDADO DE INVIERNO

Una cosa muy conocida por los seguidores de los comics es el concepto de tie-in.

Cuando dos colecciones se entremezclan entre ellas, compartiendo personajes una misma aventura, se llama Crossover. Cuando son muchos los implicados estamos ya ante un Evento. Y en ocasiones, los eventos son tan ambiciosos y alargados que se crean series derivadas o números autoconclusivos donde quizá se desarrollan más en profundidad los hechos acontecidos en la trama principal o analiza sus consecuencias. Estos son los tie-in y generalmente sirven para enriquecer al evento principal, sin que sea imprescindible leerlos para comprender la misma.

Convertido el MCU en una continuación de series individuales abarcando en diversas ocasiones los conceptos explicados (Capitán América: Civil War es un gran crossover mientras que Infinity War y Endgame funcionan como conclusión del evento encubierto que fue toda la trama de Thanos), solo nos faltaban los tie-in para tener el diccionario completo.

No voy a decir que Falcon y el Soldado de Invierno, la segunda serie de Disney+ estrenada bajo el canon del MCU tras Bruja Escarlata y Visión, sea un tie in en toda regla, pues en ella ocurren situaciones que podrían ser relevantes (o no) para el futuro del Universo Marvel. Sin embargo, no dejé de experimentar a lo largo de toda la serie una especie de apatía argumental que, sin serlo, me provocaba sensación de irrelevancia.

No es que haya nada de malo en esta especie de buddy-movie entre los dos mejores amigos (en diferentes épocas) del Capi Steve Rogers, alternando momentos dramáticos con apuntes cómicos y desgranando lo que sucedió con personajes aparentemente condenados al olvido como Zemo o Sharon Carter, amén de hacer un estudio sobre la importancia de los símbolos mediante el peso del legado del escudo del Capitán América.

El problema es el de siempre: la duración. Si bien se agradece que los episodios sean cercanos a la hora (no dejo de olvidar la agradable frustración que sufría con los capítulos de veinte minutos de Wandavision), pero el pretender hacer una serie más larga de lo necesario obligaba a demasiados momentos de inflexión que se me antojaban bastante aburridos. O quizá esa era precisamente la intención de Malcolm Spellman, puede que más interesado en el trasfondo dramático que en la acción más comiquera. Eso otorga a la serie de varios aciertos, como el trasfondo racial, pero da pie a demasiados momentos familiares que, personalmente, no me interesaba demasiado. Por eso, aunque hay varias subtramas muy potentes, como la del «otro» Capitán América, el misterio alrededor del Agente de Poder o el evidente potencial del barón Zemo, el verdadero villano de la función, ese grupo extremista liderado por Karli Morgenthau (a la que da vida Erin Kellyman, en un papel muy similar al que ya compusiera para Han Solo), no termina de sentirse como una verdadera amenaza, quizá porque ese intento de mantenerlos en el fino alambre entre el bien y el mal termina por convertir en confusos sus propósitos.

Al final, y sin entrar en spoilers, quedan bastantes puertas abiertas de cara al futuro del MCU (dudo que todas ellas se aprovechen convenientemente), quizá algunas con la idea de ser aprovechadas en la ya anunciada Capitán América 4 (casualmente con el mismo guionista que esta serie, lo que me temo no hará que olvidemos el gran trabajo de Christopher Markus y  Stephen McFeely). Haciendo una valoración global de la serie, el veredicto sería de un suficiente justito, ya que ni la química entre Bucky y Sam es tan eficiente como se pretendía ni las escenas de acción están a la altura, por ejemplo, de Capitán América: el Soldado de Invierno, que es la comparación más obvia. Hay momentos destacables, quizá en lo referente a su pretendida madurez y carga social, pero no es suficiente como para que, sin ser desdeñable, se me antoje la propuesta más floja, hasta la fecha de todo el MCU, habiendo sido definida por muchos como un mero aperitivo para hacer boca entre Bruja Escarlata y Visión y la muy esperada Loki.

No, no es un tie-in, pero a mí es lo que me ha parecido.

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