Poco a poco avanza el 2021 y por fin nos podemos empezar a creer que el mal recuerdo del 2020 va a poder quedar atrás. Las muertes han descendido, las vacunas al fin parecen que van llegando a todo el mundo y las restricciones se empiezan a levantar. Parece que podemos soñar con volver a la normalidad, no a esa mal llamada «nueva normalidad» que tanto desprecio y que nunca debió ser un objetivo.
Por
lo que a mí respecta, ese regreso a la normalidad se traduce en la edición, por
fin, de Sanguijuelas por parte de Célebre Editorial. Como ya había
informado anteriormente, su publicación estaba prevista para coincidir con la
festividad de Sant Jordi, pero un problema de imprenta relacionado con el
dichoso coronavirus frustró el proyecto, alterando las fechas de entrega.
Tampoco es que fuese un drama: finalmente tampoco se iba a poder firmar en los
puntos de venta de las calles y, para rematar la jornada, ese Sant Jordi yo
estuve (por razones que ya deberíais saber) totalmente fuera de juego.
Pero
lo importante es que ya está aquí. Tras una larga espera para aquellos que os
adelantarais en la preventa (me consta que ya los ha recibido todo el mundo),
al fin tengo ya un ejemplar físico entre las manos. Ya podéis correr a Célebre Editorial a haceros con un
ejemplar. O lo podéis pedir en Amazon.
O contactáis conmigo a nivel personal.
Pero,
si sois de Barcelona, lo mejor sería que este sábado, a las doce de la mañana,
os dejarais caer por la Biblioteca de Bon Pastor, donde (¿quién lo diría?)
finalmente va a ser posible hacer una presentación.
Naturalmente,
no será todo como en los viejos tiempo, que tampoco hay que volverse locos. El
aforo es limitado, y para garantizarlo tenéis que inscribiros de las diversas
maneras que se indica en el cartel que os adjunto. O, una vez más, podéis
contactar conmigo y yo os gestiono la reserva. Y se respetarán las burbujas de
convivencia y todas las medidas de precaución contra el Covid-19.
De
manera que si queréis, y os apetece, no dudéis en venir a dar una vuelta por
Bon Pastor. La seguridad está garantizada. A no ser que caiga la noche y los
vampiros salgan de sus escondites para saciar su sed. De eso, ya no respondo…
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