jueves, 31 de agosto de 2017

Reflexiones catódicas: THE DEFENDERS; Bien, pero...

Pese a lo increíblemente buena que fue la primera temporada de la serie de Daredevil de Netflix, la que abría un nuevo universo compartido Marvel (independiente, aunque en la misma realidad que las producciones cinematográficas), el resto de las series relacionadas han ido evidenciando un claro declive hasta culminar en la muy mediocre Iron Fist. Esto hacía que uno se planteara con mucho temor la unión de los cuatro héroes de la casa (a los mencionados hay que añadir a Jessica Jones y Luke Cage) en la serie estrella de este verano (Juego de Tronos aparte): The Defenders (qué manía les ha dado con lo de no traducir los nombres).
Al pensar en The Defenders y recordar que se trata de la unión de varios héroes a los que hemos conocido ya por separado, las comparaciones con sus homólogos cinematográficos, Los Vengadores, resultan inevitables. Y no, The Defenders no son esa absoluta maravilla que fue la película de Joss Whedon ni se acerca siquiera a las excelencias de aquella. Esta esta serie muy lejos de la perfección, aunque, eso sí, consigue superar el nivel de sus últimos precedentes. Con ella, Netflix realza el vuelo y supera las decepciones que supusieron Luke Cage y, sobre todo, Iron Fist, pero sigue por debajo de Daredevil y Jessica Jones.
The Defenders tienen dos objetivos a cumplir: unir a los cuatro personajes en cuestión con gracia y salero y ofrecer una trama interesante. Con respecto a lo primero, cumple bastante bien. Ya habíamos visto juntos en acción a Luke y Jessica, y sorprende como la detective se compenetra con el diablo de la Cocina del Infierno. 
También es buena la química entre Luke y Danny, con varios guiños a lo que se podría llegar a ver en el futuro (o no), ya que hay que recordar que este par hicieron pareja en el comic bajo el nombre de Héroes de Alquiler, siendo allí grandes amigos. En Netflix han cuidado mucho las personalidades y subtramas de cada personaje, lo que ha provocado un arranque de serie algo lento pero muy acertado, colocando a cada peón en su lugar correspondiente del tablero. Quien chirríe un poco, quizá, son los secundarios, en especial un Foggie Nelson y una Karen Page que están ahí porque deben estarlo, sin aportar nada realmente interesante, y lo mismo sucede con Trish Walker o Malcolm Ducasse, los secundarios de Jessica Jones. Por su lado, lo de la Claire Temple omnipresente ya satura un poco, e incluso sorprende la absoluta falta de empatía con Matt Murdock tras lo visto en la primera temporada de su serie. Sí cuentan con suficiente protagonismo, sin embargo, Collen Wing y Misty Knigth, anticipado que podría haber planes interesantes para ellas en el futuro.
Respecto al segundo objetivo, el argumento, es donde flojea más la serie. Puede que el error sea dotar a Iron Fist de una importancia mayor que al resto de héroes, a habida cuentas de que su serie no gustó a casi nadie. Aquí es el centro de todo y aunque el personaje esté mejor tratado que en su aventura individual, sigue sin funcionar por completo. Además, tener a La Mano como villanos es algo repetitivo y, al final, no terminan resultando una amenaza tan grande como se quiere pretender. En realidad, son temibles porque se pasan toda la película diciéndote que son temibles, no porque lo demuestren realmente. Si a eso le sumas que las coreografías de las peleas siguen sin ser demasiado buenas, tenemos un puñado de enfrentamientos que no logran imprimir un ritmo trepidante, siendo casi más interesantes las escenas de diálogos que las de acción. Además, Alexandra, magníficamente interpretada por Sigmouney Weaver, va de más a menos, decepcionando ese giro final que revela que no es, en realidad, la gran villana que nos habían prometido, aunque quien ocupa su lugar cumpla con las exigencias y sitúe a Daredevil en el lugar que le corresponde con respecto a sus aliados.
Con todo, la serie resulta entretenida, y sus ocho episodios impiden que se alargue en exceso y llegue a resultar cansina. Hay una buena interacción entre los héroes, se mantiene fiel el espíritu de sus series individuales y deja interesantes puertas abiertas para lo que tiene que llegar en el futuro. Aunque, eso sí, como ya deja bien clara la escena/tráiler postcréditos, ahora toca dar un leve descanso a estos Defenders para ceder el protagonismo a Punisher, lo cual invita a pensar en más violencia callejera y menos ninjas.
Distraída, imprescindible para fans de los comics y esperanzadora, pero no absolutamente brillante. Seguiremos atentos a nuestras pantallas.


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