No es para nada extraño que dos proyectos de características similares coincidan en el tiempo en sendos estudios de Hollywood, obligándoles a competir en pantalla y terminando por eclipsar una a la otra, más allá de la calidad propia de esta. Eso es lo que va a suceder con esta visión de la figura de Winston Churchill al que da vida Brian Cox, algo más pequeña en ambición que la protagonizada por Gary Oldman.
Sí ha sido cosa de la casualidad que, pese a la distancia de meses con que se han estrenado en nuestro país yo haya accedido a ambas, gracias a esos cines que apuestan por recuperar en pantalla grande esas películas que en su momento pasaron de manera discreta por las carteleras, en la misma semana, con lo que la comparativa resulta tan tentadora como cruel.
Churchill, la que ahora nos ocupa, está dirigida por Jonathan Teplitzky, director cuyo trabajo más relevante hasta la fecha es Un largo viaje, aquella historia que juntó a Colin Firth y Nicole Kidman sin demasiado éxito.
Se dice de Churchill que es una de las figuras políticas más importantes del siglo XX, pero Teplitzky opta por desmitificarlo, y en lugar de centrarse en el gran orador y presentarlo como el hombre que, durante la II Guerra Mundial, animó a las tropas tras el desastre de Dunkerque (que en la película ni se menciona, por cierto), prefiere presentarlo como un hombre temeroso, obsesionado por las posibles muertes de jóvenes soldados que la ofensiva aliada puede provocar en la operación en Normandía.
Churchill habla sobre el hombre más que sobre el héroe, aunque Teplitzky parece más interesado en lucir su pericia visual que en la propia narrativa de la obra, lo que en su conjunto la hacen hermosa y fascinante pero también algo plana. Es, sin embargo, el trabajo de Brian Cox lo que definitivamente le da un punto añadido de interés, consiguiendo humanizar al político británico y su dualidad sin los grandes aspavientos que veremos en la versión de Oldman. Él es, sin duda, lo mejor de este retrato de Churchill, y es una lastima que no se le vaya a reconocer lo suficiente.
Valoración: Seis sobre diez.
valla, está película me hacia bastante ilusión. me decepciona un poco ver que no sera lo que esperaba, esperaba mas enfoque en la vida política, pues al final es lo que pone a Churchill en el mapa. Aun me interesa verla, pero no con las ganas de antes
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