viernes, 17 de agosto de 2018

LOS INCREÍBLES 2

Los Increíbles no solo es una de las mejores películas paridas por la factoría Pixar, ahora perteneciente a Disney, sino que supone toda una película de referencia dentro del cine de superhéroes, estando muy por encima de la mayoría de películas de este género en imagen real.
Con ella, Brad Bird demostró que era un gran realizador (baste ver su Misión Imposible: Protocolo Fantasma), aunque no tuviese el reconocimiento que merecía por la injustamente vapuleada Tomorrowland. Por eso, su retorno como director a la saga solo podía augurar cosas buenas, como así ha sucedido.
Los Increíbles 2 huye de esa carga emotiva y trascendental que tienen algunas de las más importantes películas de Pixar para centrarse solo en el entretenimiento puro y duro, apuntándose, eso sí, en esta moda de empoderar la figura femenina hasta el punto que casi merecía más llamarse Elastic Girl antes que Los Increíbles 2, pues durante mucho tiempo de metraje ella es la única super que vemos en pantalla, por más a que no se apueste tampoco por dotar al film de una lectura feminista extrema.
Continuando la historia tal y como quedó en la primera película, con los héroes considerados ilegales y la familia expectante a los posibles poderes del pequeño de la casa (algo que ya se adelantó en el cortometraje Jack-Jack ataca), la película juega la baza de dejar que todo el protagonismo caiga en la madre de la familia mientras que Mister Increíble debe hacerse caso de las tareas domésticas, siendo los gags relacionados con Jack-Jack los que mejor funcionan. A nivel visual, Bird está impecable y, siempre apoyado en la magnífica composición musical de Giacchino, consigue una película trepidante y muy divertida, con momentos de gran espectacularidad y un ritmo frenético, que ni decae ni satura en ningún momento.
La única pega que se le podría poner es, por otro lado, algo inevitable: su frescura. Cuando se estrenó Los Increíbles, el cine de superhéroes apenas estaba comenzando, y ver este remiendo de Los 4 Fantásticos animado era la mejor oportunidad para ver a un grupo de héroes compartiendo pantalla, más allá de lo que los X-Men de Singer nos pudieran ofrecer. Ahora, con Marvel batiendo récords entre dos y tres veces por año y DC haciendo lo que buenamente puede con sus propios personajes, resulta difícil encontrar algo en Los Increíbles 2 que pueda llegar a sorprender, desde el previsible giro que anuncia la identidad del villano de turno hasta la resolución de los conflictos. Pero en realidad, poco importa, ya que lo que se propone aquí es un espectáculo pirotécnico que aúna a la perfección acción y humor y que, si bien podría ser algo inferior a la primera entrega, augura un largo futuro a esta saga. Siempre que se sigan confiando los mandos a Brad Bird, por supuesto.
Por cierto, los resultados de taquilla dejan, una vez más, en evidencia a aquellos que llevan años augurando el fin de la burbuja de los superhéroes...

Valoración: Ocho sobre diez.

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