Ha pasado otro año más. Enero marca el inicio del 2020 y, a la que nos damos cuenta, incluso este mes se empieza a escurrir de mis manos. Y el Panda sin dar señales de vida…
Estaba predestinado. 2019 terminó con retrasos en algunas opiniones y este 2020 no parecía que iba a ser muy diferente, por más que tenía la intención inicial de remediarlo. Dificultades familiares, cambios en mi vida personal y otras excusas varias que se terminan por traducir en falta de tiempo evidencian que la cosa no podía seguir así. Había más señales: en este año cierran los cines a los que acudo con más asiduidad, Mundo Muerto va a tener una segunda vida de la mano de Célebre Editorial y mi tercera novela avanza viento en popa. Imposible que mi escaso tiempo libre me alcance para todo y, desde el punto de vista de las letras, mis sueños como escritor parecen prevalecer sobre los de “opinionista” cinéfilo.
Sabía que a lo largo del año iba a tener que ir abandonando poco a poco el blog, pero no pensaba que eso fuese a suceder tan pronto. Pero no es cosa mía, sino del destino. La prueba más irrefutable es que ni siquiera he podido despedir el 2019 con mi tradicional listado de lo mejor y lo peor del año (aunque os que me conocéis ya podéis imaginar que, digan lo que digan los señores del CSI y sus esbirros académicos, opino que nada puede hacer sobra a Vengadores: Endgame) ni he estrenado el nuevo año con las películas más apetecibles del 2020 (que, a priori, pocas hay que me ilusionen demasiado). De hecho, a estas alturas, consumidos ya veintiún días de enero, esta es la primera entrada que escribo. Y no por falta de material. Tengo al menos siete películas pendientes de comentar, dejando ya para el olvido las noticias referentes a las nominaciones a los Oscar así como diversos premios que ya se han ido entregando y que espero poder recapitular en breve.
Han sido siete años intensos con casi mil cuatrocientas entradas que se han leído en los lugares más extraños del mundo. Siete años con los que he disfrutado y que ahora, de alguna manera, llegan a su fin.
¿Es esto una despedida? No exactamente, aunque lo pueda parecer. El Panda Cinéfilo no muere hoy, pero debe transformarse para poder seguir teniendo sentido, más en un momento en que los estrenos duran en los cines menos que las hojas de un árbol en otoño. Por eso, adelantándome a los cambios que iban a llegar tarde o temprano, he decidido transformar este foro de cine en un portal abierto desde mi imaginación. Seguirá habiendo comentarios sobre estrenos, por supuesto, aunque quizá más breves, pero también reflexiones sobre series de televisión, libros y comics y todo aquello que se me ocurra. Y será, sobre todo (y perdonadme por la total falta de modestia) un escaparate a mis trabajos literarios. Ahora más que nunca quiero sentirme escritor. Y ahora más que nunca me apetece compartirlo con vosotros.
El cine nunca morirá, pero quizá es momento de dejar paso para otras cosas. Nuevos contenidos, nuevo logo y, posiblemente, nuevo nombre.
2020 va a ser, definitivamente, el año del cambio.
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