En
estos tiempos de sequía imaginativa no es de extrañar que los guionistas de
Hollywood anden buscando fuentes originales de donde extraer sus libretos. De
un tiempo a esta parte, entre remakes, secuelas, precuelas y reboots quienes se
han llevado el gato al agua son los comics, que casi están sustituyendo a las
novelas o al teatro como pozo sin fondo de donde extraer ideas que plasmar en
la gran pantalla.
Y
aunque sea fácil pensar en superhéroes de asombrosos poderes, no solo de ellos
vive el papel, y hay unas cuantas obras bastante alejadas de los tipos vestidos
con mallas que están calando en el séptimo arte, pese a que muchas de ellas pasan
desapercibidas para el gran público, que pueden desconocer que títulos como Camino a Perdición, Wanted o Red fueron comic
antes que película.
Con
esta última es con la que más podemos relacionar a 2 Guns, ya que estamos de nuevo ante una comedia de acción donde el
punto fuerte es el carisma de sus actores protagonistas y las explosiones que
pululan por doquier.
Partiendo
de un argumento de Steven Grant (el comic no es que sea para lanzar cohetes, por
cierto), la trama versa sobre dos ladrones que se unen para robar un banco
donde ingresa dinero con regularidad un capo narco. Sin embargo, la sorpresa
salta cuando resulta que ambos trabajan para el lado correcto de la ley (uno es
de la DEA y el otro de Inteligencia Militar) sin saberlo y deben unir fuerzas
cuando descubren que a quién han robado, en realidad, es a la mismísima CIA. A
partir de aquí comedia, enredos, persecuciones, tiroteos e incluso un punto de
erotismo (todo tiene cabida en los 109 minutos que dura) donde no está muy
claro quiénes son los buenos y quiénes los malos obligando a los dos
protagonistas a unir fuerzas contra, prácticamente, el mundo entero.
Heredando
el estilo de Michael Bay, el actor y director Baltasar Kormákur (que ya trabajó
con Mark Wahlberg en Contraband)
consigue una cinta de ritmo correcto y acción frenética, muy en la línea de Dos policías rebeldes, acentuando el
humor en los encontronazos de sus protagonistas y apoyándose en un buen elenco
de actores, donde Wahlberg y Denzel Washington brillan con luz propia en unos
papeles, dicho sea de paso, que parecen hechos a su medida ya que no les exigen
demasiado esfuerzo interpretativo fuera de sus cánones habituales. Es
agradable, por otro lado, recuperar a actores de la talla de Bill Paxton o Edward
James Olmos, que estaban bastante perdidos últimamente, y hasta el soso de
James Madsen hace un buen papel, aunque la nota negativa la pone Paula Patton,
tan mona como limitada, en cuyas escenas con la ropa puesta demuestra lo mala
actriz que es, por más que parece que está de moda últimamente (ya se ha
confirmado su participación en la esperada Warcraft
y en Misión Imposible 5).
En
resumen, hora y media de diversión en una cinta que funciona a la perfección
siempre que no queramos ponernos muy exigentes. No es, para nada, una
renovación del género y no aporta nada original ni destacable, pero el
entretenimiento está asegurado y la química entre los protagonistas funciona.
Hay
una secuela del comic titulada, en un alarde de originalidad, 3 Guns. Si la taquilla lo decide, no
sería de extrañar que tarde o temprano llegue su versión en pantalla grande.
Esperemos a ver…
Tú mismo lo has dicho. Funciona a la perfección sino quieres ponerte exigente pero por lo menos ellos funcionan como pareja y salva la peli...
ResponderEliminarPalomitera...
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