jueves, 12 de mayo de 2016

EL OTRO LADO DE LA PUERTA: Previsiblemente tediosa.

Alexandre Aja es un autor que tiene cosillas interesantes como director, pero que en su faceta de productor anda algo más perdido. El otro lado de la puerta es un film que se promociona con su nombre ya que Johannes Roberts, el director y guionista de esta historia, no es nada conocido, mientras que la protagonista, Sarah Wayne Callies, es una de las actrices más odiadas del panorama actual (y si no, que se lo pregunten a los seguidores de The Walking Dead o a los que aún recuerden su paso por Prison Break).

¿Y qué nos trae en esta ocasión el señor Aja? Pues como era de esperar otra peliculita de miedo del montón, un producto que asusta lo mínimo y que es totalmente olvidable, una nueva muestra de que este género está en un estado crítico y que se necesita urgentemente alguien que sepa darle un aire fresco y no se limite a historias vacías con personajes que hacen justo lo contrario de lo que dicta la razón, subidas de música repentinas y primeros planos súbitos como únicas armas para crear acongoje.
Siendo tan floja como El bosque de los suicidios, tiene algo que me recuerda a la película que protagonizó Natalie Dormer hace unos meses, aparte de tratarse de sendas historias de mujeres capaces de todo por recuperar a un miembro de su familia. Me refiero a cierto carácter dramático que casi pesa más que el terrorífico y que invita a pensar que por ese camino habría resultado una historia más interesante.
El otro lado de la puerta narra la historia de una pareja americana que reside en la India con sus dos hijos pequeños hasta que, tras la muerte de uno de ellos en un accidente, la madre descubre una leyenda de la zona sobre un templo a través de cuya puerta se puede comunicar uno con los muertos. Una puerta que nunca debe abrirse y que ella, por supuesto, abre.
Hasta aquí, el ambiente sórdido de una India mucho menos colorista y exótica que la que nos muestran en las películas de Bollywood o, por ejemplo, en títulos como El nuevo exótico hotel Marigold, estaba funcionando bastante bien, pero de golpe todo se vuelve previsible, repetitivo y anodino. Una peli más del montón que no debería interesar a nadie y que sin duda va a pasar desapercibida por nuestras carteleras para caer en el limbo de los títulos olvidables del año.

Valoración: Cuatro sobre diez.

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