Debo
reconocerlo de antemano. Puede que no sea completamente objetivo con este tipo
de películas, pero, la verdad, es que nunca le he encontrado la gracia a eso de
hacer una película con piezas de Lego. Sí, de entrada, tiene un punto de originalidad
que la diferencia de una película de animación más clásica, pero una vez
superada la sorpresa inicial la cosa me empieza a cansar e incluso aburrir.
Ya
lo comenté con la alabada por todos La Lego Película, y con Batman: la Lego película llegué a sentirme incluso hastiado con el batiburrillo de piezas
salando por los aires y planos confusos que se me antojaron como el caos visual
de los Transformes de Michael Bay traducido
a la animación.
Cierto
es que, con Lord y Miller como guionistas, el punto de locura en La Lego Película 2 funciona bastante
bien, pero al final la única gracia estriba en los guiños referenciales a otras
franquicias clásicas del cine (en especial a las de los superhéroes DC), con
Batman de nuevo como objeto de burlas que mejor funciona. Por el contrario, lo
que en La lego película más
sorprendía (ese final en el que se traspasa la barrera de la imaginación para
conectar los juguetes con el mundo real) se usa aquí como recurso del que se
abusa en exceso, de manera que el humor que se supone que debe proceder de la
contraposición entre realidad y fantasía no deja de ser un remiendo del humor
que se desprende de la contraposición entre el mundo miniaturizado y el normal
de películas como Ant Man.
El
resultado de todo es que, pese a los gags aislados que funcionan más o menos
bien y a que se ha intentado subir el grado de épica de la película, incluyendo
un nuevo mensaje simplón de moralina rancia (has de querer y respetar a tu
hermana pequeña), a mí, las aventuras de ese tontaina llamado Emmet pronto me
dejaron de interesar y que, quitando esas pocas sonrisas mal contadas que he
mencionado, el resultado final me resultó aburrido.
Insisto,
puede que el motivo sea simplemente que estas películas no son para mí, pero la
verdad es que es la tercera oportunidad que doy a una película Lego y es la
tercera vez que salgo del cine pensando en que he perdido el tiempo durante casi
dos horas. Ya veremos si hay una cuarta…
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