lunes, 15 de julio de 2019

EXTREMADAMENTE CRUEL, MALVADO Y PERVERSO

Poco después de hacer un interesante documental sobre Ted Bundy, el realizador Joe Berlinger decidió volver a contar la misma historia, pero en clave de ficción, llamándola -de la mano de NetflixExtremadamente cruel, malvado y perverso, un título infinito que explica lo que la película no alcanza a contar. El director, conocido por haber realizado la secuela de La bruja de Blair y poco más, vuelve a apostar por evitar cualquier escena truculenta, dejando el peso de la historia no en Bundy, sino en su novia y, al parecer, el amor de su vida, y esa decisión es la primera que lastra la película hasta convertirla en un melodrama sin demasiado ritmo cuyas casi dos horas de metraje resultan muy pesadas.
Todo comienza con un montaje aparatoso, construyendo la historia casi en forma de pequeños episodios que, para quien desconozca los asesinatos cometidos por Bundy, resultarán confusos. Ello da pie a casi una hora de película en la que no pasa nada, simples correrías que adoptan casi un tono involuntario de comedia y donde el tema romántico parece pesar más que el policial. Además, pese a la buena caracterización de Zac Efron para mimetizarse en la piel del asesino, no queda claro si el director quiere dirigirse al publico ignorante haciéndole creer que en realidad es un hombre inocente maltratado por el sistema o si se dirige a los conocedores de la historia y se pretende mostrar el cinismo de Bundy empeñado en proclamar su inocencia hasta el final.
Solo cuando comienza el juicio la película remonta un poco, y lo hace siempre gracias a ese tono de comedia que no casa demasiado con la historia de las chicas asesinadas por este enfermizo estudiante de derecho que termina por defenderse a si mismo, emulando el film al Declaradme culpable de Sidney Lumet con Vin Diesel.
Lo único que termina por mantener a flote la película, más allá del interés por ver como se desempeña en el juicio, es la presencia de un reparto tan interesante como desaprovechado. Acompañando a Efron está Lily Collins, por momentos la verdadera protagonista del film (o por lo menos, la que aporta el punto de vista con el que se debe identificar el espectador), pero también se dejan ver John Malkovich, Jim Parsons, Kaya Scodelario o Haley Joel Osment entre otros.
En fin, film fallido que se puede ver por el interés por la historia real (y ahí están esas típicas imágenes documentales durante los títulos de crédito para poder comparar y ver lo bien que lo ha hecho el orgulloso director) pero que aburre por momentos, haciéndose demasiado larga y necesitada de algo más de sangre que ayude a despreciar como se merece al tipo este.


Valoración: Cinco sobre diez.

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