Cuarta película de Netflix de producción española tras 7 años, Fe de etarras y ¿Qué te llevarías a una isla desierta? (esta última la tengo pendiente) y parece que la racha se ha truncado, ya que la propuesta que dirige la argentina Gabriela Tagliavini es la más floja hasta la fecha.
Lo que no se le puede negar a A pesar de todo es su espectacular reparto. Tras un cuarteto protagonista de auténtico lujo (Blanca Suárez, Macarena García, Amaia Salamanca y Belén Cuesta), el elenco de secundarios es casi interminable: Juan diego, Joaquín Climent, Maxi Iglesias, Carlos Bardem, Tito Valverde, Emilio Gutiérrez Caba, Marisa Paredes, Rossy de Palma y hasta un breve cameo de Teresa Rabal. Sin embargo, ello no oculta los muchos defectos de una comedia muy plana, simplona y sin la gracia necesaria en los momentos cómicos ni el sentimentalismo apropiado en los dramáticos, los que provoca que la unión entre estos, por supuesto, no case adecuadamente.
A pesar de todo cuenta la historia de cuatro hermanas muy diferentes entre sí que viven bastante distanciadas hasta que la muerte de su madre las reúne y las obliga a entenderse cuando, tras la lectura del testamente, descubren que la persona que creían que era su padre no lo era y deberán seguir una serie de pistas para descubrir quien o quienes son sus verdaderos padres.
La historia es muy sencillita, y aunque no aporta nada extremadamente original (hasta Mamma mía! tenía más trasfondo) el guion se puede llegar a aceptar con simpatía y un puntito de complicidad. Los actores están bien, en especial ellas cuatro, que se entregan a su trabajo lo mejor que pueden. ¿Dónde radica, pues, el problema? Claramente, en la dirección. Tagliavini fracasa por completo en su puesta en escena, no consiguiendo sacar todo el partido posible al sensacional reparto, equivocándose casi siempre a la hora de colocar la cámara, estando torpe con las cámaras lentas y los cambios de ritmo y hasta desaprovechando el Madrid que actúa como telón de fondo y que se nota que pretende emplear a modo postal sin saber hacerlo.
Es una lástima, porque reunir a semejantes actrices para algo tan superfluo es un desperdicio, aunque por lo menos la duración de la película es tan breve (apenas ochenta minutos) que al menos no hay tiempo de aburrirse y, aunque solo sea por ellas, se puede ver como mera distracción.
Valoración: Cinco sobre diez.
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