Hace ya algún tiempo que Adam Sandler parece desvinculado de las salas de cine, ofreciendo un contrapunto interesante a la apuesta de estrellas como Tom Cruise que apuestan justamente por lo opuesto. Debates de lado, la apuesta parece que le va bastante bien al actor de Brooklyn que le ha permitido alejarse del género de la comedia gruesa y romanticona en la que estaba encasillado. Ya en su anterior film (que no era de Netflix, aunque sí fue la plataforma quien se lo quedó), Diamantes en bruto, demostró sus cualidades para el drama, y ahora repite en el rol de un ojeador de la NBA que a lo que realmente aspira es a entrenar aunque un suceso de su pasado parezca que se lo va a impedir siempre.
Garra es un intenso drama deportivo que se permite, no obstante, ligeras
licencias con el humor, formando un intenso dueto entre Sandler y el
español Juancho Hernángomez, que debuta
aquí como actor y sale bastante bien parado de su aventura.
No
es que estemos ante una historia extremadamente original, y el hecho de que la
acción transcurra en Filadelfia no es más que otro aliciente para pensar en
títulos como Rocky, pero lo cierto es
que eso es lo de menos, ya que desde el primer momento uno puede imaginar cómo
va a terminar el cuento. Lo importante, como se suele decir, es el camino, y e
este la interpretación sobresaliente de Sandler propicia que la película se vea
con una intensidad y emoción total, más allá de si uno es o no fan del
baloncesto en general y de la NBA en particular, aunque si sois de los segundos
disfrutaréis el doble con la gran cantidad de personajes reales que aparecen en
roles más o menos importantes.
Estamos,
pues, ante un brillante drama que, sin muchas pericias visuales, consigue
mantener el nivel en todo momento, sabiendo conjugar los momentos más
lacrimógenos con los más amables sin caer en el ridículo y resultando toda una
sorpresa.
Valoración:
Siete sobre diez.
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