Si lo hubiera sabido es una de esas series de producción españolas que de vez en cuando aparecen en Netflix así de tapadillo, sin hacer demasiado ruido, y se cuelan entre lo más visto más por la simpatía que producen que por el interés real que desprenden, algo similar a lo que sucedía con El tiempo que te doy.
En
este caso, Si lo hubiera sabido
plantea una historia de desamor entre un matrimonio ya desencantado conformado
por Miquel Fernández y Megan Montaner que, tras diez años casados (pero toda la
vida juntos) y dios hijos en común no son capaces de encontrar la ilusión
perdida. En estas es que ella se lamenta del día en que aceptó casarse con él,
asegurando que, de haberlo sabido, no habría actuado igual. Ese pensamiento lo
tiene, concretamente, la noche de la luna de sangre (sí, la misma de Perfectos
desconocidos), lo que provoca que su deseo se haga realidad y retroceda diez
años en el tiempo, precisamente al momento en que aceptó la propuesta, pudiendo
decidir tomar otro rumbo en su vida.
Estamos
ante una variante del clásico efecto mariposa, así que más que una serie sobre
viajes en el tiempo se trata de un universo paralelo donde sus decisiones
(sabiendo más o menos lo que pueden repercutir), cambiarán el rumbo de su vida.
Con
una subtrama criminal que tampoco es que vaya a ningún sitio pero sirve para
entretener, la serie consigue interesar, pese a lo tramposa que se vuelve en no
pocas ocasiones. Cierto es que su desenlace final puede decepcionar (incluso
enfada) a muchos, pero era una consecuencia lógica que cabía esperarse más o
menos.
Con
todo, el camino recorrido es muy agradable, el ritmo es adecuado (aunque en
ocasiones uno se pregunta si no habría funcionado mejor como una sola película)
y los personajes enganchan, lo que es suficiente argumentación para dejarse
llevar por la historia de amor y desamor con moraleja incluida y disfrutar de
una especie de culebrón tragicómico con evocación al concepto del What if? al más puro estilo Marvel.
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