Hace
poco escuché a alguien preguntándose cuándo era la última vez que alguien había
visto una mala película de Tom Cruise. Efectivamente, tras algunos años de
incertidumbre en los que la afamada estrella parecía ser noticia más por
asuntos personales (relacionados con sus creencias religiosas sobretodo) que
por su cine, el bueno de Tom ha sabido encauzar el rumbo y resurgir como la
gran estrella que es.
Su
filmografía siempre se había caracterizado, desde sus inicios, por alternar
productos muy comerciales (véase Cocktail
o Top Gun) con apuestas arriesgadas (Nacido el cuatro de julio, Rain man), y aunque en los últimos años
la comercialidad parece definir sus películas siempre hay espacio para pequeñas
frivolidades tales como su aportación a Tropic
thunder o el estrambótico personaje que interpreta en Rock of Ages. Dicen, sin embargo, que hoy en día todo gran actor
busca desesperadamente una franquicia que le garantice el sustento de forma
regular, y si Cruise ya tenía la estupenda Misión
imposible (solo la secuela de John Woo era ligeramente fallida) ahora debe
sumarse la saga de Jack Reacher, que
teniendo en cuenta que se basa en una colección de novelas que ya van por su
decimonovena entrega podría tener cuerda para rato.
Jack Reacher fue, en 2012, una grata sorpresa. Dirigida por Christopher
McQuarrie, la película presentaba a un exmilitar que aparecía de la nada para
ayudar a la fiscal del distrito a desentrañar un asesinato múltiple que escondía
una conspiración empresarial detrás. La película presentaba una factura impecable
y ya dejaba ver las múltiples posibilidades que ofrecía para el cine este
investigador con pasado marcial sin apenas historia, un fantasma que vaga sin
rumbo fijo por todo Estados unidos en busca de su lugar (o quizá más bien
huyendo de él).
Para
esta secuela McQuarrie (que ha vuelto a colaborar con Cruise en Al filo del mañana y Misión Imposible: Nación Secreta) se
baja del carro de la dirección, manteniéndose sólo como productor y cediendo el
testigo a Edward Zwick, otro viejo conocido de Cruise al que tuvo a sus órdenes
en El último samurái y responsable
también de clásicos como Leyendas de
Pasión o Diamante de sangre.
La
película adapta la novela número dieciocho de Lee Child, con lo cual no hay
ningún orden preestablecido entre cine y literatura, pero poco importa viendo
la autonomía de cada novela. Es aquí cuando empezamos a vislumbrar algo (poco)
del pasado de Reacher y aspiramos a conocer su posible ámbito familiar con la
aparición de una posible hija ilegítima.
De
nuevo estamos ante una historia de conspiraciones que salpica esta vez al
propio ejército americano, involucrando como principal sospechosa a la coronel
Turner, único contacto de Reacher con “el mundo real” y quizá su única amiga,
pese a no haberse conocido nunca en persona. Es cuando ella es arrestada que
Reacher decide intervenir y ponerlo todo patas arriba como solo él sabe.
Es
posible que el estilo de Zwick no sea tan atrevido como el de McQuarrie y que
se le note cierta flojeza en las escenas de más acción, pero no cabe la menor duda
de que el realizador de Chicago sabe dotar a su narrativa de cierto clasicismo que
aporta al film un aire casi noventero que le sienta muy bien, aparte de dominar
a la perfección el apartado sentimental, que en esta ocasión es casi tan
importante como la propia acción.
Con
Cobie Smulders como coprotagonista del film (la Maria Hill de Marvel o Robin en
Cómo conocí a vuestra madre), es la
joven Danika Yarosh quien más destaca como tercer miembro de este improvisado
equipo de acción que debe hacer frente a una nueva conspiración que, en esta
ocasión, puede salpicar al propio gobierno. Es la buena química entre este trío
lo que mejor hace avanzar la película, por encima de un villano con carisma
pero con la suficiente presencia como para ser clave en esta nueva aventura de
Reacher.
Con
grandes dosis de acción y un Tom Cruise que sigue en plena forma, Jack Reacher, nunca vuelvas atrás es un fantástico
entretenimiento, una película capaz de divertir por sus secuencias de lucha y
sus persecuciones pero que logra además tener tiempo para algo de
sentimentalismo que funciona a la perfección y que en ningún momento rompe el
ritmo de la narración. Quizá por eso mismo el haber prescindido del factor
romántico sea otra gran decisión.
Puede
que muchos se debatan entre si esta nueva película está por encima o por debajo
del Jack Reacher de McQuarrie, pero
de lo que no hay duda es de que es una digna sucesora y que hace que la saga merezca seguir creciendo,
aunque de momento no hay nuevo título confirmado y Cruise parece que tiene el
futuro demasiado comprometido con la secuela de Al filo del mañana, la nueva entrega de Misión imposible y su participación en el Monsterverso. Habrá que seguir a la espera. Desde luego, por
material literario no será…Valoración: Siete sobre diez.
Difiero. Mientras su relación con Turner aporta cosas y se salta tópicos de género, no soporto el que hayan metido a la niña Reacher, más haciendo de adolescente insoportable.
ResponderEliminarEso sí, creo que la gente le ha dado caña al film cuando es digna sucesora del espíritu de mcquarrie.