domingo, 17 de septiembre de 2017

ALIBI.COM: AGENCIA DE ENGAÑOS, una oda al humor más cafre

Cada poco tiempo se estrena una comedia francesa que se supone es récord de taquilla en el país galo, y en el caso de Alibi.com parece que se trata directamente de la más taquillera el año.
Dirigida por Philippe Lacheau en su primer trabajo en solitario tras las cámaras (también es el protagonista y colabora en el guion), Alibi.com es una estupidez inmensa sobre un pícaro que dirige una pequeña empresa dedicada a crear coartadas para la gente que quiere ocultar sus meteduras de pata o, directamente, cometer infidelidades a escondidas de su familia. Y, como en buena comedia de enredos que se precie, el tipo en cuestión, Grégory, se va a enamorar hasta las trancas de una chica que odia el engaño y que, para más inri, es la hija de uno de sus clientes.
Con toques de comedia absurda y cafre, muy al estilo de las de Judd Apatow, la historia tiene un ritmo tan frenético y repleto de gags que casi no dan respiro al espectador de meditar sobre lo absurdo que es todo, y con un gamberrismo muy fuerte (me parecen excesivas algunas de las bromas en torno al perro de la protagonista) y un par o tres de chistas escatológicos que me sacaron de la película, el resto es suficientemente tonto y ridículo como, por lo menos, invitar a reírse de todo y de todos y lograr abstraerse del mundo y sus problemas durante una hora y media.
Por eso, poco importa al final que los actores sean algo limitados, los personajes muy absurdos y el director muy plano. Todo vale si al final ofrece ni más ni menos lo que promete, humor de sal gruesa y cero inteligencia pero efectivo y cumplidor.
Alibi.com puede ser muchas cosas, pero, desde luego, no es ningún engaño. Tampoco se podía esperar otra cosa. Y el baile de Nathalie Baye o la canción de Nawell Madani ya casi compensa el visionado.
Valoración: Cinco sobre diez.

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