sábado, 24 de noviembre de 2018

QUIÉN TE CANTARÁ

Después de la maravillosa, sublime y dolorosa Magical girl, las expectativas ante el nuevo film de Carlos Vermut eran muy altas. Ahora, con el estreno de Quién te cantará, estas han demostrado ser fundadas, y su nuevo trabajo, aún siendo muy diferente a Magical girl, tiene si sello propio, la misma impronta tortuosa y de gran calado que se mantiene en la memoria del espectador días después de haber finalizado su visionado. Las críticas han sido unánimes, llegando a considerarla como una obra maestra del cine español, pero, una vez más, las distribuidoras han demostrado no estar a la altura y, me temo, será otra de esas películas perdidas en la cartelera que no va a llegar a ver casi nadie.
Quién te cantará nace a raíz de la famosa canción de Mocedades y cuenta la historia de Lila, una cantante, estrella de gran éxito en los setenta, que tras unos años en el olvido se prepara para su regreso triunfal a los escenarios. El problema es que un accidente le provoca una fuerte amnesia, y es ahí donde entra en juego Violeta, una de sus mayores fans, cuya vida complicada y asfixiante solo puede ser sobrellevada escapando de ella en el karaoke en el que trabaja y transformándose durante unos minutos en la propia Lila, que será la encargada de recordar a la artista quién era y ensenarle a cantar y bailar como antaño.
Con semejante argumento, Vermut da una vuelta de tuerca al tema de las identidades robadas, siendo aquí la imitadora la que deba conseguir que sea la auténtica la que a su vez la imite a ella para volver a ser ella misma. Un retorcido juego que en manos de Vermut se convierte en un escalofriante cuento oscuro donde los elementos que rodean a las dos protagonistas (la sombra de una madre fallecida, la hija dominante y conflictiva…) se entrelazarán con sus historias formando una madeja de dolor y rencor que traspasa la pantalla y termina por calar en el corazón del espectador.
Más allá del pode de la historia, Vermut consigue además dos méritos imprescindibles. Por un lado, sacar lo mejor de sus protagonistas, Eva Llorach y Najwa Nimri, que consiguen unas interpretaciones impecables con una pausa y una contención perfecta, sin caer en el histrionismo fácil al que sus personajes podrían invitar en varios momentos del film, mientras que por otro la cámara se convierte más que nunca en un elemento de lenguaje más, consiguiendo Vermut que cada plano sea perfecto y culminando el film con una escena (la de la actuación) que es simplemente perfecta.
Así que sí, aunque hay que reconocer que Quién te cantará puede ser una película difícil para cierto tipo de espectador, sí puede hablarse de obra maestra, siendo una película que va de menos a más (la primera parte, de presentación de Lila, amenaza con hacerse un poco cuesta arriba), que tiene una fuerte subida con la aparición en escena de Natalia de Molina (otra interpretación brutal) y que alcanza el clímax en ese momento de fusión casi vampírico entre las dos mujeres, creándose una relación que es casi una experiencia vital y cuyo desenlace puede llegar a ser tan desgarrador como impactante.
Carlos Vermut ya merece estar, al menos en mis pensamientos, en el Olimpo de los grandes directores del cine español. Ahora solo falta que reciba el apoyo necesario para que el gran público, ese que no sabe ver más allá de las superproducciones de Mediaset y compañía, pueda apreciarlo.


Valoración: Nueve sobre diez.

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