En 1992, en Marvel comics, con el pretexto de ordenar un poco el sindiós de futuros alternativos existentes, se inventaron una nueva línea editorial, 2099, que se suponía iba a representar el futuro oficial del Universo tradicional (que por aquel entonces tenía la nomenclatura de 616). El problema es que pese a la calidad de productos como el Spiderman 2099 de Peter David y Rick Leonardi y algún apunte interesante (como Doom 2099), el resto no funcionó y, cuando terminó por ser cancelada, volvió a ser un nuevo futuro alternativo.
Sin embargo, la idea era buena y algunos personajes potentes, con lo que La casa de las ideas volvía a recurrir una y otra vez a ese futuro de nuevos héroes, siendo el propio Spiderman quien más se iba a dejar ver e incluso consiguiendo recientemente una nueva colección, de nuevo a los guiones de Peter David.
Y en esas que, un año después de celebrar el 80 aniversario de la existencia de Marvel, alguien se ha dado cuenta de que estamos exactamente a ochenta años del 2099, coincidencia que bien valía una saga con ínfulas de dar una segunda oportunidad a dicho futuro alternativo.
El hombre al mando ha sido Nick Spencer, aunque no está demasiado claro si por vocación o por obligación. El supuesto evento, englobado bajo el título de 2099 tiene problemas, se supone que transcurre en varios episodios de la colección regular que guioniza, Amazing Spider-man, y una serie de especiales, de los cuales él se ha hecho cargo de tres, el que abre la historia (Alpha), uno centrado en el Spiderman 2099 y el capítulo final (Omega), mientras que el resto son historias más o menos auto conclusivas de diversos personajes del 2099, reinvenciones de los ya conocidos en la extinta línea editorial, con un surtido de lo más variopinto de autores. En España, estos episodios aislados han sido recopilados en dos volúmenes, apropiadamente titulados 2099: Alpha y 2099: Omega.
El resultado ha sido una colección de historias deslavazadas, sin nada que ver unas con otras más que intentar sentar las bases de ese 2099 que, por alguna razón que no alcanzo a comprender, ya no es el 2099 que se creó en 1992 pero que tampoco difiere tanto del mismo, imagino que con la esperanza (equivocada, ya os lo digo) de revivir ese futuro. Historias que en su mayoría no funcionan y que resultan vistazos planos y esquemáticos de personajes poco interesantes (de nuevo quizá Doom es el único que destaca un poco por su revelador final) que, para colmo, no tiene una unión demasiado concreta con lo que está sucediendo en la colección clásica del trepamuros.
En Amazing Spider-man, en concreto los números 32 a 36 (que Panini ha editado en los comics 14 a 16 de El asombroso Spider-man), Spencer plantea una historia en el presente en el que se produce un magnicidio contra el Dr. Muerte que puede provocar un conflicto internacional catastrófico si Spider-man, con ayuda de su recién descubierta hermana Teresa, no lo impide. Para ello, dispone de un artefacto capaz de predecir el futuro cuyo principal problema es ser capaz de crear la energía necesaria para ponerlo en marcha, y cuya aparición (totalmente gratuita y confusa) del Spiderman 2099 es crucial.
El evento estaba anunciado para España a lo largo del segundo trimestre del año, pero la crisis provocada por la pandemia del Covid19 y el posterior confinamiento lo han atrasado de manera que no ha sido hasta agosto en que se ha podido leer por completo, aunque se me han indigestado tanto los tomos de Alpha y Omega (que ahora sé que me podría haber ahorrado) que no es hasta esta misma semana que los he logrado terminar.
La conclusión que saco de todo esto es que o bien soy muy cortito de miras y no he entendido nada (y en vista de lo que me ha pasado con Tenet no es algo a descartar de manera inmediata) o el evento es una completa basura. Algo hay de interés en la aventurilla de Spidey con Muerte, pero todas las vinculaciones con el 2099 son tan gratuitas como confusas. Después de leer todos los episodios de la saga y los dos tomos especiales, sigo sin saber qué narices le sucede al 2099 y me mantengo a la espera de que alguien me lo cuente. Ni siquiera podría apostar si el Miguel O’Hara (la identidad civil de Spiderman 2099) de los episodios de Amazing es el mismo de su historia en el tomo Omega ni cual es su continuidad con respecto al creado por Peter David.
Y, como suelo decir siempre, lo peor de todo es que resulta tan confuso como aburrido. Una mezcolanza de ideas y conceptos que no van a ningún sitio y que al final no puede definirse más que como una inmensa tomadura de pelo, un sacacuartos que no tiene ni la épica ni el sentido de un evento Marvel tradicional.
Me quedad la duda de si es un nuevo patinazo de Spencer (que empezó bien como relevo de Dan Slott en Amazing Spider-man pero que ya empieza a desinflarse) o si es una imposición editorial para ver si es posible traer el 2099 de vuelta, pero sea como sea, conmigo que no vuelvan a contar. El 2099 tiene problemas, eso está claro, pero no por los eventos (sean cuales sean) causados por Doom, sino por la falta de ingenio y organización de sus guionistas.
Una lástima, pero que le vamos a hacer. Como no vuelva David a arreglarlo…
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