sábado, 12 de septiembre de 2020

Visto en Netflix: UNA NOCHE DE LOCOS

Viendo el panorama que nos presenta la cartelera española semana tras semana, con una infinidad de títulos menores y solo tres películas verdaderamente interesantes en los dos últimos meses (Tenet, Padre no hay más que uno 2 y Los Nuevos Mutantes), no hay más remedio que seguir rebuscando en los estrenos de las plataformas de streaming (y Netflix es la más prolífica de todas), aunque sea para conformarse con títulos menores como el Una noche de locos que nos ocupa.

Dirigida por Trish Sie, la película es tan poco ambiciosa que es fácil ver como simple pasatiempo, sin esperar de ella más que un rato distraído con aventurillas para toda la familia. Con un argumento que recuerda al Spy Kids de Robert Rodriguez, un grupo de chavales, capitaneado por Sadie Stanley, la heroína de las películas de Kim Possible, debe enfrentarse al secuestro del padre de dos de ellos, embarcándose en una peligrosa aventura que los llevará a descubrir el pasado secreto de uno de ellos.

Pocos nombres ilustres hay en el reparto, aunque la presencia de Ken Marino siempre es un aporte cómico efectivo, más allá de Joe Manganiello (quien estaba destinado a ser Deathstroke en la defenestrada continuación de La Liga de laJusticia) y Malin Akerman (todavía recordada por la ya lejana Watchmen), siendo los chavales quienes llevan el principal peso del film. En este aspecto, sin momentos verdaderamente memorables, lo mejor que se puede decir es que la combinación de acción y comedia funciona, y pese a la ridiculez de los planteamientos y la multitud de deux ex machina que hay que tragar, al final, teniendo en cuenta que estamos ante una película puramente familiar, el aprobado resulta merecido.

En resumidas cuentas, peliculilla del montó para ver en una tarde de aburrimiento que distrae siempre que se acepte sin demasiadas exigencias.

 

Valoración: Cinco sobre diez.

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