jueves, 30 de julio de 2015

El comentario del mes: EL PRECIO DE LAS ENTRADAS DE CINE

Hace un par de meses dediqué mi comentario a analizar el precio de las entradas del cine, cansado de escuchar cono amigos míos defienden la piratería con la excusa de lo caro que es. Allí deje constancia de que todo es relativo, y lo que nos pueda parecer caro resulta barato si lo comparamos con otras actividades culturales o de ocio.
Hoy, sin embargo, quiero reflexionar sobre el precio de una entrada de cine comparándola con otra entrada de cine.
Me explico. Dándole vueltas al asunto he llegado a una conclusión que permitiría abaratar el precio de las entradas. De algunas de ellas, al menos. Naturalmente, se trata de una utopía imposible de llevar a la práctica, pero ahí va mi idea: Pagar en función de la película.
No podemos valorar su calidad, eso está claro. Que una película sea buena o mala es algo demasiado subjetivo para dejarlo en manos de los distribuidores. Ni siquiera el hecho de que ganen o sean nominadas al Oscar serviría como referencia, y como prueba baste ver cuantas películas con premio no consiguen ser estrenadas en España. , al menos, no como deberían estrenarse.
Pero yo me pregunto... ¿y si las valoramos por su presupuesto? El dinero que cuesta rodar una película no es sinónimo de calidad tampoco, desde luego, pero ¿qué duda cabe que cuanto más se gasten en la producción más vamos puede ofrecer una película?
Pondré un ejemplo muy reciente y que es el título que me dio la idea para este comentario: Eliminado.
La película de Levan Gabriadze que comenté hace un par de días tiene una duración de 82 minutos y un presupuesto, según Box Office Mojo de un millón de dólares. El film me agradó bastante, como ya sabéis, pero eso se debe en parte a que pago una tarifa plana por ir al cine. Es decir, que me cuesta lo mismo a final de mes ver Eliminado o saltarmela. Sentados unas filas por delante de mi había unos chicos que salían despotricando de la película. Y no porque no les hubiera gustado, sino porque consideraban que los nueve euros que habían pagado por la entrada eran excesivos por estar mirando una pantalla de ordenador menos de una hora y media. Y no les faltaba razón.
Así que mi razonamiento es: ¿no sería coherente pagar menos dinero por una película barata y más por una cara? Insisto, la calidad de un guion o unas interpretaciones no la hace el dinero, pero está claro que una súper producción como Jurassic World o los Vengadores va a tener una serie de alicientes, por lo menos visuales, que no podemos encontrar en una película pequeña de corte independiente.
Creo que una solución así no afectaría a las grandes productores, que mantendrían sus precios y, por lo tanto, a su público, mientras que podría beneficiar a esas pequeñas joyas independientes que muchas veces caen en el olvido de salas marginales de la periferia o condenadas a la exclusividad de la versión original que, con la excusa de las entradas más baratas podrían ganarse el derecho de una mejor distribución. Al final, el aumento de espectadores compensaría la rebaja de precio y daría, además, la oportunidad a que profesionales de calidad pero sin nombre pudiesen ser más reconocidos por el público más generalista.
A alguien sí perjudicaría esta medida, naturalmente. A esas productores que se dedican a hacer éxitos prefabricados de infumable calidad (sí, me refiero a las Paranormal Activity y familia) que son tan baratas que con que la vean cuatro flipados y sus resignadas novias a precios prohibitivos ya les basta para triplicar su presupuesto con las ganancias. Pero la verdad, estos son los que menos me preocupan.
Ya lo he dicho al principio, eso es un castillo en el aire, un órdago imposible de llevar a cabo pero, ¿de verdad creéis que sería tan mala idea?
Si no, dentro de poco, en lugar de decir si una película nos ha gustado o no las calificarnos diciendo si merecen que se paguen diez euros por ellas o no. Ya lo vereis...


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