jueves, 30 de julio de 2015

La recomendación del mes: NOCHE DE VINO Y COPAS

Debo reconocer que no había oído hablar para nada de este título hasta que mi buen amigo Javi me lo recomendó hace un par de meses. Posiblemente se trata de la película más reciente que he tratado en esta sección y, por lo que he podido indagar por ahí, parece que sí llegó a estrenarse en España, concretamente en abril del 2013, un par de años después de su realización. Y no obtuvo malas críticas, la verdad, habiendo incluso quien la proponía para los Oscars, cosa que me parece ya demasiado exagerado.
La película, una producción danesa-argentina, cuenta en clave de comedia amarga como Christian, propietario de una vinacoteca en Copenhague, está a punto de tocar fondo tras el abandono de su esposa hace unos meses y su insistencia ahora para que le firme los papeles del divorcio. Por lo visto la mujer, Anna, representante futbolística, reside ahora en Buenos Aires donde se ha enamorado de su cliente, Juan Diaz, una estrella en espera de un traspaso millonario. Ni corto ni perezoso, Christian decide viajar por sorpresa a la capital argentina junto al hijo adolescente de ambos, Oscar, para firmar la maldita documentación en persona, aunque en el fondo de su ser guarda aún la esperanza de recuperar al amor de su vida.
No hay nada novedoso en la historia de una ruptura que se convierte en triángulo amoroso cuando uno de los dos se niega a aceptar el final del amor. Quizá lo original es que la propuesta nos llegue desde un país tan frío como el danés, con una cultura cinematográfica sosegada y sobria, en contraposición a la sangre caliente y apasionada del mundo latino. Con varias historias entremezclándose que reflejan los diferentes aspectos del amor (una historia que termina, otra que comienza y una tercera que no pasa del fervor de una noche), Noche de vino y copas (horrenda traducción al español que parece querer hacer hincapié en los conocimientos enológicos del protagonista cuando el título original, Superclásico, tira más por el lado futbolístico) parece querer buscar el contraste entre ambas culturas, terminando por revelarse en una especie de declaración de amor hacia Buenos Aires, el tango, el fútbol (la historia prácticamente arranca con un partido entre Boca Juniors y River Plate) y la gastronomía bonaerense.
Con todo, y siendo un buen divertimento, reflexivo pero sin llegar a la pedantería, algo tiene este film que no termina de encajarme. Quizá porque en la contraposición cultural se olvida (imagino que por sentirla obvia al ser su identidad de origen) de mostrar algo más de la cultura danesa. Quizá porque alguna de las situaciones tengan un punto de surrealismo que no terminen de casar bien con la trama (esas alucinaciones del hijo con dos cucarachas bailando un tango, por ejemplo, o todo lo que rodea al personaje de Fernanda, Adriana Masciliano, el punto más ¿erótico? del film). Quizá porque el personaje de Anna, desde una mirada masculina (ya se sabe, entre hombres tenemos que apoyarnos), resulte totalmente odioso. O quizá por culpa de esa constante y agotadora voz en off que narra toda la película como si de un cuento se tratase, resultando en ocasiones demasiado reiterativa con lo que las propias imágenes nos ofrecen.
En fin, que no es una mala película. Entretiene e invita a conocer una ciudad sin duda más bella de lo que se ve en pantalla, pero que no terminó de seducirme como pretendía, posiblemente por su indefinición entre el drama y la comedia, aunque por lo menos debo agradecerle la coherencia de su final, algo que habría costado encontrar en una producción de Hollywood.

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