El Círculo, la nueva película de James Ponsoldt, contaba a
priori con unos cuantos detalles interesantes. Para empezar, la adaptación de
la novela de Dave Eggers que nos alerta sobre los peligros de la tecnología y
la falta de privacidad. Por otro lado, Ponsoldt ha logrado reunir un
interesante casting donde destaca de forma casi omnipresente Emma Watson pero
que va bien arropada por Tom Hanks, Karen Gillian, John Boyega o Patton Oswalt.
Y por último, por tener la oportunidad de despedirnos del actor Bill Paxton,
que realiza aquí su último trabajo cinematográfico antes de su fallecimiento.
Sin
embargo, ninguno de estos elementos es suficientes como para justificar la visualización
de El Círculo. Quizá demasiado
lastrada por la existencia de una serie tan interesante como Black Mirrow, nada de lo que nos explica
Ponsoldt parece novedoso, siendo su puesta en escena, además, apática y previsible.
Todo parece estar diseñado para molar mucho, con esas imágenes virtuales, esos
planos circulares y la envolvente música de Danny Elfman, pero a la hora de la
verdad todo resulta ser estéril e insulso.
Mae
es una ambiciosa y capacitada chica que logra entrar a trabajar en una puntera compañía
tecnológica que, siempre con la bandera del buen samaritano, aspira a
convertirse en un Gran hermano mundial, el ojo que todo lo ve y todo lo
controla. Información es poder, y en estos tiempos más que nunca.
Pese
a una desconfianza inicial, Mae pronto se dejará seducir por los cantos de
sirena de El Círculo, terminando por ser ella misma la más convencida, como si
de una secta absorbe cerebros se tratase, por más que las pistas de que algo no
es trigo limpio se nos muestren enseguida. Sin embargo, si se supone que esto
debe funcionar como thriller de intriga, la cosa no va a buen puerto.
Al
final, la película termina pecando de ingenua, sin saber arriesgar cuando más
lo necesita y conformándose con ser un cuento muy simplista donde las cosas
suceden porque sí y los personajes no tienen oportunidad de ser desarrollados,
desaprovechando con ello a los actores que los interpretan. Así, Boyega se
limita a dejarse ver en un par de ocasiones muy forzadas, Hanks solo aporta
algo de carisma en su primera aparición, sumándose luego en la desidia general
y Watson no posee aún las tablas suficientes como para levantar por sí misma un
proyecto condenado al fracaso, aunque en Coloniaestaba más cerca de conseguirlo. Quizá el ejemplo más fragante sea que Karen
Gilliam tiene oportunidad de demostrar su talento interpretativo mucho mejor en
Los guardianes de la Galaxia, Vol. 2,
pese a los kilos de maquillaje y las prótesis que lleva, que aquí.
El Círculo no es abominable. Simplemente es insustancial. Se
puede ver y entretiene medianamente durante su visionado, pero ni consigue
emocionar (aunque lo pretende) ni el (previsible) giro final logra convencer lo
más mínimo.
Puede
que las nuevas tecnologías y el poder que ejercen sobre nosotros sea algo
aterrador, pero si la forma de denunciarlo es con películas como estas, vamos
mal encaminados.
Sirve
para pasar la tarde, pero poco más.
Valoración:
Cinco sobre diez.
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