El caso Sloane es una interesantísima historia dirigida por John
Madden y cuyo guion es de Jonathan Parera, un chaval que entró a trabajar en un
lobby tras terminar su carrera de derecho y que quedó tan asqueado con lo que
allí se encontró que decidió dejarlo todo, trasladarse a China enseñar inglés y
dedicó su tiempo libre a escribir esta película cuyo libreto enamoró al
instante en Hollywood.
Elizabeth
Sloane es una brillante abogada entregada por completo a su trabajo hasta el
punto que el tener una vida privada, con novios o momentos de desconexión es un
lujo que no se puede permitir. Trabaja para un lobby donde le encargan
potenciar el uso de armas en mujeres para así aumentar las ventas, pero sorprendentemente
recibe una oferta para pasarse al bando contrario y usar todas sus habilidades
para tratar de derrocar una futura ley que amplíe el derecho a llevar armas,
granjeándose por su carácter y su forma de actuar enemigos en uno y otro bando.
El caso Sloane parece una película confeccionada a medida de su
protagonista, una excelente Jessica Chastain que prácticamente copa todas las
escenas, pero ello no significa que no haya buenos momentos de lucimiento para
su interesante reparto, entre quienes destacan Mark Strong, Gugu Mbatha- Raw,
John Lihgow o Jack Lacy entre otros.
La
película tiene muy presente el debate sobre la posesión de armas y me mueve en
torno a ello constantemente, pero no pretende ser una película aleccionadora ni
polemizar al respecto. En el fondo, no se trata más que de un thriller judicial
(en una escena se ve a Sloane leyendo una novela de John Grisham, notable
declaración de intenciones) y que sus autores sean plenamente conscientes de
ello es una gran ventaja.
Sin
tintes de moralina barata, la película sí reflexiona sobre la soledad y la
total falta de empatía de la protagonista, reflejando en ella un síntoma de
nuestra sociedad donde el fin justifica los medios.
Es este el único apunte
sobre el que realmente invita a meditar El
caso Sloane: ¿cuales son los límites que se pueden/deben cruzar para
conseguir los resultados requeridos?
Con
giros inesperados, traiciones y sorpresas varias, El caso Sloane consigue mantener en todo momento el interés del
espectador, logrando atraparlo desde el inicio y consiguiendo que, si bien no
es posible llegar a empatizar con esa abogada de gélido corazón, sí al menos
apreciar (y admirar) su trabajo gracias, sobre todo, a una sobresaliente
Chastain.
El caso Sloane es una película emocionante, intensa e inteligente
que la convierten en una de las mejores opciones de la cartelera actual.
Todo
un descubrimiento.
Valoración:
Ocho sobre diez.
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