Corazones malheridos es la nueva propuesta romántica de Netflix, una de esas películas cuyo guion parece salido de una fotocopiadora y de las que vas adivinando más o menos lo que va a ocurrir antes de que suceda.
Sin
embargo, sin que ello signifique que estamos ante una obra maestra, estamos
ante una de esas propuestas que tienen algo lo suficientemente entrañable como
para conseguir hechizar, quizá por la simpatía de sus personajes, por el ritmo
de la película o porque los giros, aun previsibles, son efectivos.
El
film nos cuenta la relación entre Cassie y Luke, una camarera y cantante y un
marine con un pasado algo turbio. Aunque desde el primer momento sus
personalidades chocan, deciden contraer matrimonio por necesidades económicas,
algo fraudulento a todas luces, pero que va a terminar uniéndolos de una manera
que no podrían sospechar. Ellos, porque el público lo tiene muy claro.
Drama,
romance, gotitas de humor y una buena dosis de feminismo en la que, a mi
entender, es lo más flojo del film, ya que la directora (que abusa demasiado de
los tópicos visuales), Elizabeth Allen Rosenbaum, se traiciona a sí misma con
ciertas decisiones de sus personajes que llegan a deslucir un mensaje hasta el
momento bastante bien hilado.
Con
todo, la película resulta lo suficientemente entretenida como para poder
disfrutarla sin dolor, ideal para disfrutar con una tarrina de helado y ganas
de evadirse de las preocupaciones diarias.
Valoración:
Seis sobre diez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario