Está claro que participar en una serie/fenómeno como es Strangers Thigs eleva a la categoría de estrella a cualquiera de sus protagonistas, y esto es lo que sin duda ha permitido a Priah Ferguson a ser el soporte principal de El espíritu de Bridge Hollow, la propuesta amable de Halloween de Netflix que combina con bastante gracia el humor y el terror.
Con
varios cómicos reconocibles entre su elenco, la película es una simpática
aventura para todos los públicos (aunque enfocada casi al más infantil) a la
que por lo menos no se le puede acusar de ser tramposa. Ya desde su inicio las
cartas quedan sobre la mesa y, pese a lo trillado de su argumento y lo simple
de sus gags, la película da lo que ofrece, sin llevar a nadie al engaño.
No
hay nada nuevo bajo el sol, pero la honestidad con la que el director Jeff
Wadlow (que desde Kick-Ass 2 no ha
hecho más que encadenar un desastre tras otro) acomete la acción y el buen
hacer de los efectos visuales hacen que esta peliculilla a la que de mayor le
gustaría parecerse a Poltergeist (la
original, no ese petardo de 2015) o a House,
una casa alucinante, sin ser nada del otro mundo, se pueda ver con agrado,
siendo una propuesta ideal para una tarde de Halloween en familia, lejos de la sangre a borbotones y los sustos
anunciados de otras propuestas más convencionales.
Valoración:
Seis sobre diez.
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