She-Hulk, abogada Hulka, venía con la intención de poner el Universo Marvel patas arriba, y vaya si lo ha hecho. Aunque de manera algo irregular (hay algún episodio en su parte central que ha flojeado un poco, el lenguaje meta de la propuesta, insuperable en su episodio final, ha confirmado que aún se pueden hacer cosas originales y frescas en Marvel sin tener que separarse por ello del camino establecido, cerrando a su vez un círculo casi perfecto con el origen del Marvel televisivo, una Bruja Escarlata y Visión que también tenía, al menos en su arranque, mucho metalenguaje, aunque de otra manera.
La
serie de Hulka es una comedia en la que lo de menos es su villano, aunque con
ello se dé la sensación en muchos momentos de que la trama no sabe muy bien
hacia donde va. Pero lo importante de veras es ese humor divertido y algo
irreverente, capaz de romper la cuarta pared tal y como hacía en su etapa
comiquera de John Byrne, para burlarse de todo y de todos, empezando por su
misma casa. Así, tras un arranque dubitativo donde el humor parecía algo
forzado casi un remiendo de lo que hacía en cines Deadpool) y cuyo ingrediente
principal parecían ser los cameos más que la propia Hulka, la serie ha ido
creciendo hasta ese glorioso episodio final que se sitúa entre lo mejor y lo
más absurdo que ha parido Marvel,
algo tan autoreferencial que quizá saque de la propuesta a los menos devotos y
pueda causar alguna que para indignación a los que solo querían ver a Daredevil
pegando tortas, pero que para los que buscaban algo diferente ha sido una
auténtica gozada.
Y
buena parte del mérito es de Tatiana Maslany, otro acierto de casting de Marvel, que se come la pantalla y
consigue enamorar con su dulzura y torpeza en una Jen Walters algo más
inestable que en su versión comiquerapero que ha resultado todo un acierto.
Puede
que el apartado técnico deba estar, de nuevo, entre lo más flojo de la serie,
pero me temo que eso es algo a lo que debamos acostumbrarnos en la vertiente
televisiva del MCU pero que, una vez
superado el efecto Shrek, es fácil de
ignorar.
En
fin, un acierto que, de nuevo, dividirá a devotos y detractores pero que supone claramente un paso adelante en la dinámica de la franquicia y que invita
a estar deseando volver a encontrarse con Jen/Hulka en el futuro, aunque un
descacharrante Kevin ya nos haya alertado de que no será en cines…
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