jueves, 29 de octubre de 2020

Visto en Netflix: EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO

Impulsada inicialmente por Steven Spielberg, que terminó abandonando el proyecto por su versión de West side storyEl juicio de los 7 de Chicago es una nueva muestra del talento de Aaron Sorkin como guionista, aunque posiblemente aún le quede bastante margen de mejora como director, faceta en la que debutó en la estimable Molly's game.

De nuevo se basa en bueno de Sorkin en una historia real para presentarnos un libreto de interpretaciones intensas y diálogos ágiles, eso que mejor se le da y cuyo estilo casa a la perfección con el retrato de uno de los juicios más mediáticos de la historia americana.

Con Nixon recién llegado al poder, su embestidura debe lidiar con una manifestación que terminó en batalla campal por una protesta contra la convención del Partido demócrata en unos tiempos muy convulsos (aún estaban en el recuerdo las muertes de Kennedy y Luther King).

El conflicto debía estar en averiguar si los manifestantes fueron los provocadores o si fue la policía la que cargó con exceso de celo, algo terriblemente familiar hoy en día con las brutales cargas en manifestaciones afroamericana y que habrá quien querrá ver reminiscencias (a mucha menor medida) con el conflicto catalán del 1-O, pero que terminó derivando en una especie de caza de brujas.

Al parecer, el juicio fue una pantomima y los acusados (inicialmente ocho) estaban condenados de antemano. Aquí Sorkin, respaldado por un espectacular elenco, hace un brillante retrato de los personajes, consiguiendo hacer perfectamente entendible una historia que para el espectador ajeno podría resultar confusa, otorgado además curiosas dosis de humor que, contra todo pronóstico, encajan a la perfección con la seriedad y el drama de la situación.

El pero del film, más allá de una dirección algo plana y excesivamente formal, está en la escasa imparcialidad del guionista. No se puede acusar a Sorkin de faltar a la verdad, eso es cierto, pero sus colores políticos quedan demasiado al descubierto, algo que desmerece el trabajo de un escritor tan grande como él.

Pese a ello, estamos ante una brillante película de juicios de corte muy clásico, que podría haberse recreado más en la violencia en las calles y que, por decisión del propio Sorkin, prefiere poner toda la carne en el asador de la sala del juzgado.

Sin duda, la primera gran apuesta de cara a los próximos Oscar, sea como sea que se vaya a celebrar esta edición tan extraña.

 

Valoración: Ocho sobre diez.

1 comentario:

  1. Brutales cargas en manifestaciones afroamericana? En la epoca de nixon, por que hoy dia nada de nada.

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