Aunque no sea ni mucho menos una saga como tal, una de las franquicias más rentables para Netflix es su colaboración con Adam Sandler, con quien desde hace años tiene contrato en exclusiva. De hecho, a día de hoy, Criminales en el mar sigue siendo el título más visto de la plataforma.
El Halloween de Hubie es la última ocurrencia de
Sandler, después de que coqueteara con el cine «serio» en Diamantes en bruto.
Tras esa película, aclamada por la crítica y ganadora de algún que otro premio
independiente, el propio Sandler reclamó que si no lo nominaban al Oscar se
vengaría haciendo la peor película de su carrera.
Es posible que El Halloween de
Hubie no sea ni de largo su peor título, pero tampoco se le aleja mucho.
Reconozco que sé de ciertas páginas que han alabado la protesta y que han
sabido ver en ella una divertida parodia de ciertas pelis de terror, pero a mi
entender, todo se reduce a un batiburrillo de gags de baratillo, guiños sin
denegada inspiración y, sobre todo, una infinita variedad de gritos de Adam
Sandler asustándose de cualquier tontería.
Con un argumento de esos que son
más una sucesión de situaciones que una historia realmente bien hilvanada, la
única gracia del film, algo para nada novedoso, es la de recibir a los clásicos
amiguetes del actor que van pululando por ahí, a cuál más disfrazado.
Y es una lástima, pues tenía
mimbres para ser algo bastante divertido, como la presencia de Steve Buscemi en
plan hombre lobo o el abanico de referencias populares al género, pero todo es
censurado insulso y carente de chispa como para poder destacar ninguna virtud
real. Ni siquiera la presencia de Julie Bowen (posiblemente la pareja con menos
química con la que Sandler ha compartido pantalla) sirve para animar el
cotarro.
En fin, película del montón,
justita hasta con la meta pretensión de pasar el rato, con un Sandler grotesco
que puede habérselo pagado de miedo rodando esto, pero que no da miedo, ni
risa. Una tontada monumental que es mejor olvidar cuanto antes. Tanto es así
que el menor protagonista de la función (de lejos lo más divertido) es algo tan
absurdo como un termo multiusos. Así lo dejo.
Sí lo que queréis es ir
calentando Halloween, mejor dejaros pasar por ese Bronx cargado de
especuladores inmobiliarios con colmillos de vampiro…
Valoración: Cuatro sobre diez.
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