Desde Finlandia llega esta propuesta de cine de terror que me reservé para el pasado Halloween y que, por vicisitudes del festivo, había quedado relegada en mi lista de pendientes hasta este fin de semana.
Una de las ventajas
de las plataformas de streaming es
que se pueden descubrir películas nuevas sin estar condenado a la inmediatez
del estreno, y nada importa que la propuesta en cuestión tenga ya un par de
años.
Inspirada (de
aquella manera) en una historia real, Lake Bodom arranca con el asesinato, hace ya años, de cuatro jóvenes en un
bosque junto al lago del título cuyo autor del crimen nunca fue hallado. Ahora,
otros cuatro chavales regresarán al lugar de los hechos con la idea de recrear
lo sucedido, lo cual, como se verá, no es para nada una buena idea.
Dirigida por Taneli
Mustonen, especializado en comedias, la película fue en todo momento del humor,
rozando el slasher tipo Viernes 13 sin
llegar a abrazarlo del todo. Posiblemente, su mejor virtud (sin duda fruto de
no ser una producción americana) sea un desarrollo de personajes poco habitual
en el género que propicia el primer gran giro del film. Cuando parecía que
estábamos en terreno conocido (sin un uso desmedido de la sangre pero usando
más o menos las fórmulas de siempre) la situación da un giro que invita al
aplauso, pero, por algún motivo, el director decide retomar el sendero de
manera decepcionante para echar a perder el buen trabajo conseguido hasta la
fecha hasta llegar a un final desconcertante que, quizá por buscar ser lo
suficientemente abierto como para formular más preguntas que respuestas, se me
antojó fallido.
Hay algo muy
extraño en el film, y es que pese a la insistencia en los créditos iniciales de
que se inspira en una historia real, esto no es del todo cierto. Lo único real
es el relato de los asesinatos acontecidos años atrás, pero tampoco del todo,
pues de las cuatro víctimas una de ellas sobrevivió, cosa que la película
ignora. Podía ser un dato irrelevante, pero de haberse apostado por ser fiel a
la realidad quizá habría entendido mejor ese final extraño y que, por
incomprensible, resulta incluso absurdo.
Dejando de lado ese
giro ya mencionado y de unas subtramas que al final no van a ningún sitio, la
película tiene poco de destacable, más allá de una cuidada fotografía. Por
ello, aunque se puede pasar un rato entretenido durante su visionado, la
conclusión final deja un embargo favor de boca, con más detalles decepcionantes
que brillantes.
Valoración: Cinco
sobre diez.
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