Dentro del maltratado género de terror actual, caracterizado por producciones de bajísimos presupuestos con el propósito de recuperar fácilmente las in versiones, se puede diferenciar entre el cine más independiente o el amparado por grandes productoras (pura contradicción), siendo este último subgrupo el encabezado por las películas amparadas por James Wan o las producidas por Jason Blum (y en algún caso, como es la saga Insidius, ambos productores se entremezclas). En el caso de Wan, salvo las ocasiones en las que él mismo se ha puesto tras las cámaras, sus películas suelen ser una sucesión de tópicos y sustos tontos dentro del denominado Warrenverso, cansino hasta la muerte (viva el humor negro), mientras que en el caso de la Blumhouse sus películas se suelen caracterizar por dar mayor libertad creativa a sus autores, consiguiendo unos productos más frescos y originales, como los casos de Déjame salir, Feliz día de tu muerte o incluso el Múltiple de Shyamalan.
Esta teoría, sin embargo, se rompe con El sótano de ma, un espanto de película se mire por donde se mire, con un guion ridículo hasta decir basta y donde solo sobresale una Octavia Spencer que no se sabe qué habrá podido encontrar de interesante en esta historia (también consta como productora) que para nada está a la altura de la protagonista de Figuras ocultas.
Hace un par de días, aprovechando la Fiesta del Cine, tuve oportunidad de ver una película mucho más minoritaria como La Viuda, que sin duda pasará desapercibida por la cartelera. Ya en mi opinión de la misma dije lo plana y tópica que me parecía, pero viendo ahora El sótano de ma, que hasta el (previsible) primer giro parte de la misma base: la relación nada saludable entre una mujer solitaria y unos jóvenes, la propuesta de Neil Jordan se me antoja casi una obra maestra.
No es solo ya que la intriga de El sótano de ma sea casi inexistente (una cosa es que el tráiler te revele todo el argumento, pero aquí es que el propio póster descubre la supuesta sorpresa final), sino que la película está mal contada, con un montaje aparatoso y un montón de detalles que quedan en el aire sin resolver. Y es que esta película no es, en realidad, una historia, sino más bien un concepto (bastante burdo, por cierto), que parece haber sido desarrollado de manera improvisada.
Suelo ser muy crítico con las películas del amigo Wan, como La monja o La llorona, porque me aburren soberanamente, aunque reconozco que vana un público objetivo que puede llegar a disfrutarlas con un nivel de conformismo bajo, pero en el caso de El sótano de ma el resultado me parece casi un insulto a la inteligencia del espectador.
Lo que me parece más in creíble es que detrás de todo esto esté Tate Taylor, que, aunque su último trabajo, La chica del tren, no fuese nada del oro mundo, si tiene un gran título en su haber: Criadas y señoras. Claro que, con aquel reparto, la película casi se podía hacer sola.
Valoración: Tres sobre diez.
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