Pese a haberse estrenado en cines con críticas sensacionales, el fracaso de taquilla en Estados Unidos precipitó que su permanencia en las salas fuese efímera, demostrando una vez más que la única esperanza para las arcas de productoras y distribuidoras (para bien y para mal), recae en la actualidad en los grandes blockbusters (y tan poco todos, que por cada Spiderman hay varios Escuadrones Suicidas).
Ahí encontramos claramente la cara y la cruz de esta película y, por extensión, del propio Ridley Scott. Las diferencias entre el rendimiento económico y la calidad del film, algo que, en menor medida, está pasando también con La casa Gucci, con la que Scott debería celebrar su gran año y que, por los motivos comentados, apenas han llegado a coincidir en cartela ambos films.Con
El último duelo ya disponible en Disney+, es momento de recuperar uno de
los mejores films del año, que aúna un trabajo visual impecable con unas
grandes interpretaciones. La película supone, por un lado, el retorno de la unión
como guionistas de Matt Damon y Ben Affleck (apoyados aquí en Nicole Holofcener),
tras la gloria alcanzada con El indomable
Will Hunting, aunque el protagonismo recae en esta ocasión en el propio
Damon y Adam Driver, dejando a Affleck en un rol secundario pero muy divertido.
Inspirada
en una historia real, la película narra la frágil amistad entre dos escuderos
en la Francia medieval, componiendo una epopeya de ambición y venganza que se
complica definitivamente cuando se torna un triángulo amoroso, siendo el
personaje de Driver acusado de violar a la esposa del de Damon, una también
sensacional Jodie Comer. Para entender bien lo que realmente sucede, la
película está narrada desde los tres puntos de vista de los implicados, pecando
quizá de falta de sutileza Scott (puede que la única pega del film) al subrayar
más de lo necesario cuál de las versiones es la más fiel a la realidad.
Rematando
la faena con unas interpretaciones de muy alto nivel, tanto en el
enfrentamiento constante entre Damon y Driver (sin olvidar nunca a un Affleck
que sabe componer un personaje pasado de vueltas sin caer nunca en el exceso interpretativo)
como en la fragilidad de Comer, el juego de los puntos de vista no hace sino
acentuar esa gran labor interpretativa, ensalzando aún más la película.
En
fin, un gran título injustamente maltratado que se puede recuperar en stremming, una gran noticia aunque se vaya
a echar mucho en falta la majestuosidad de una pantalla gigante para disfrutar
mejor del barro y la sangre que empapaba todo en el medievo.
Valoración:
Nueve sobre diez.
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