sábado, 25 de diciembre de 2021

Cine: SPIDER-MAN: NO WAY HOME

Pese a que con el éxito del MCU hasta el más insignificante héroe de cómic de Marvel se ha vuelto muy popular, Spider-man siempre ha liderado ese ranking, pese a que su suerte en cines ha sido algo dispar. Alejado de la casa madre por una cuestión de derechos en sus dos primeras encarnaciones (dejaremos al Spider-man de Nicholas Hammond aparte), existe un eterno debate sobre quien es el mejor Spider-man de los tres conocidos, algo que Spider-man: No way home se encarga de zanjar.

Con un estreno abrumador que ha revitalizado (aunque sea solo a modo de espejismo) una taquilla aún resentida por el Covid y sus restricciones, batiendo records  de todo tipo y cosechando, por lo general, críticas muy positivas, el nuevo film del trepamuros se aprovecha del concepto del multiverso que se introdujo en la serie de Loki (aunque el concepto ya se menciona a modo de fake en Spider-man: Lejos de casa y se desarrolla en todo su esplendor en la extraordinaria Spider-man: Un nuevo universo) para unificar las siete películas anteriores de Sony (más alguna cosilla extra) e integrarlas, más o menos, en el MCU.

He esperado un tiempo para hablar sobre este estreno por mi deseo, de momento insatisfecho, de poder verla una segunda vez, pero no queriendo retrasarlo por más tiempo permitidme dar una pincelada, por supuesto sin spoilers (aunque a estas alturas creo que ya todo el mundo sabe más o menos lo que sucede y quien se deja ver por aquí) para, en unos días, hacer un análisis más amplio con todo lujo de detalles.

Spider-man: No way home continua directamente donde terminó Lejos de casa, sin que en este caso haya interferencias de otro rincones del MCU de por medio. Así, nos encontramos con un Peter Parker con la vida vuelta patas arriba por culpa de la revelación de Misterio no solo de su identidad secreta sino acusándolo directamente de asesinato, aunque con sus vinculaciones con Los Vengadores y, por lo tanto, con la antigua SHIELD no cabe duda que ese segundo problema se puede solventar con relativa facilidad (quizá incluso con demasiada facilidad, a mi parecer). Es por ello que nuestro protagonista deberá adoptar medidas desesperadas y recurrir al Doctor Stranger para solucionar su problema a las bravas, lo cual pronto se demuestra que no es buena idea.

Hablaba al principio del comentario sobre el debate sobre quién es el mejor Spider-man hasta la fecha. El de Sam Raimi y Tobey Maguire contaba con el mérito de ser el primero, logrando un imposible al hacernos creer que un tipo con mallas recorriendo Nueva York saltando de un edificio a otro era real. Además, sus dos primeras películas eran estupendas, dejándonos un amargo recuerdo con una exitosa pero sin duda fallida Spider-man 3. El Spider-man de Marc Webb y Andrew Garfield fue un torpe intento de modernizarlo, pero mientras la secuela era penosa a nivel de guion contaba con algunos momentos muy impactantes y replicaba el mejor uniforme y los mejores movimientos de nuestro héroe, cuya historia quedó inconclusa con la cancelación del final de la trilogía.

Así,el Spider-man de Jon Watts y Tom Holland, ya al amparo de Marvel y, sobretodo, Kevin Feige, lo tenía todo a favor para ser el Spider-man perfecto, pero el regreso a sus años de instituto, su dependencia el MCU y, sobretodo, la tutela de Iron man hizo que no todos terminaran de comulgar con esta nueva encarnación.

Spider-man: No way home supone un camino sin retorno en la trayectoria del superhéroe, rompiendo esa ingenuidad infantil que se le intuía al héroe para obligarle a dar un paso hacia delante y dejarlo, al término de la película, a las puertas de una nueva franquicia que, a todas luces, lo va a acercar más que nunca al personaje del cómic. Para conseguirlo, Watts compone la película más adulta, épica y oscura de todas, haciendo que se entiendan ahora las comparaciones que desde la productora se hacía con Endgame. Al final, lo que se hace es un recurso muy utilizado en el mundo del tebeo: ponerlo todo patas arriba para sentar las bases de un nuevo status quo. En un mundo sin Iron Man ni el Capitán américa, Nueva York necesita un tipo diferente de héroe, y esta película se lo va a dar.

No significa eso que la película no tenga el tono humor propio de las anteriores, al menos en su primera hora de metraje, pero a medida que se producen los acontecimientos la oscuridad se va apoderando de la historia hasta obligar a Peter a madurar a marchas forzadas, obligándole a tomar decisiones tan desoladoras como necesarias.

Así, esta tercera película del Spider-man de Marvel (u octava del Spider-man de Sony, todo depende del punto de vista), es la más emocionante, emotiva y dolorosa de todas, llegando incluso a traspasar límites que ni el comic se ha atrevido a hacer (al menos de manera definitiva).

Poco más se puede decir sin entrar en el spoiler, pero la conclusión es que estamos ante la mejor película del trepamuros hasta la fecha, que puede que no sea per4fecta y a la que se le pueden echar en cara algunas decisiones, pero que sí redirige el rumbo hacia terrenos muy pero que muy prometedores.

El futuro es de Peter Parker, y estoy ansioso por ver a dónde lleva este nuevo camino, ahora ya (si se me permite el juego de palabra con los títulos) sin casa alguna.

 

Valoración: Ocho sobre diez.

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