Embarazados es una película que parte con una premisa
completamente falta de originalidad pero que bien desarrollada podía tener su
interés. Cuenta la típica relación entre una pareja que, cercana a la
cuarentena, se plantea la posibilidad de aventurarse en la paternidad. Y, como
he hablado de típica relación, es previsible que ella sea la que ansía
desesperadamente ser padre y él quien prefiere hacerse el loco antes de aceptar
tan magna responsabilidad.
Dejando
de lado lo manido del tema, el principal problema de Embarazados es que Juana Macías, su directora (que también
participa en el guion) decide apostar por el género de la comedia romántica,
debiendo acatar por ello ciertas premisas innegociables, algunas de ellas, como
su final, que actúan de lastre para el resultado del film.
Es
curioso como han hecho falta más de cinco años para que Macías consiguiese
completar su película y hasta cinco personas diferentes son acreditadas en su
argumento. Y ni toda esta gente ni todo este tiempo han servido para conseguir
una historia sostenible y que tenga un mínimo sentido del humor. Casi parece
como si Macías confiara que la mera presencia de Alexandra Jiménez y Pedro
León en el rol protagonista fuese
suficiente para asegurar las carcajadas.
Sin
embargo, por más que Jiménez sea de lo poco aprovechable de la película, no
contar con un personaje interesante ni con unas buenas líneas de diálogo impide
que la humorista esté a su nivel habitual, mientras que León no parece haberse
beneficiado demasiado en su pretensión de componer a un protagonista más
“formal” de lo habitual.
Embarazados en una película plana, que pierde la posibilidad de
emocionar al renunciar a sus posibilidades más dolorosas que el conflicto sobre
la paternidad puede causar en la pareja pero que tampoco contiene ningún chiste
digno de ser recordado. Situaciones absurdas, personajes desaprovechados y
reacciones poco creíbles de los protagonistas definen una película sosa,
carente de chispa y que por más que pretende imitar la clásica comedia romántica
americana en lo único que lo consigue (y tampoco demasiado bien) es en el uso
de las canciones que refuerzan las escenas.
No
voy a decir que esperase demasiado de este título, pero la participación de sus
dos protagonistas y la presencia de Karra Elejalde invitaba a pensar en la
posibilidad de pasar un rato divertido, pero el resultado final es aburrido y
totalmente decepcionante. Posiblemente uno de los estrenos mediáticos más
flojos del año en cuanto a producción española se refiere. Y eso que solo
estamos a enero…Valoración: 3 sobre 10.
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