domingo, 7 de febrero de 2016

SPOTLIGHT: el valor de la verdad.

Spotlight es una de las sorpresas del año, una película pequeña, que de no ser por el nivel de su reparto habría caído en los circuitos de corte independiente, pero que se ha colado por méritos propios en la lista de los próximos Oscars, incluyendo las categorías de película, director y dos de sus intérpretes y que ya ha sido comparada con Todos los hombres del presidente.
Basada en los sucesos reales acontecidos en Boston a principios de los noventa, la película detalla como el equipo periodístico conocido como Spotlight destapó un enorme escándalo de corrupción y pedofilia dentro de la Iglesia Católica. La película, dirigida por Tom McCarthy, no se corta lo más mínimo en su denuncia hacia los estamentos eclesiásticos, pero no desea caer en el melodrama fácil escarbando en las miserias de las víctimas de los abusos sexuales que se desvelan y denuncian, sino que se centra sobre todo en el ejercicio periodístico que el equipo vinculado al Boston Globe  realizó. De esta manera, Spotlight es sobre todo una película sobre el mundo del periodismo, mostrando a la perfección su trabajo y glorificando a los profesionales del cuarto poder.
Spotlight carga todas sus tintas contra la Iglesia, que quedó muy retratada por lo que se puso al descubierto en Boston y que supuso un cambio en su estructura interna, consiguiendo que por primera vez se reconocieran los casos de pedofilia, se pidiera perdón por ello y se realizaran merecidas compensaciones para las víctimas. 
Quizá en un vistazo superficial se pueda parecer un poco imparcial el retrato al clero que se realiza (no hay manera de justificar a los abusos, y el porcentaje de un 6% del sacerdocio de Boston me parece aterrador, así como el hecho de que la cúpula tratase de ocultarlo e incluso protegerlo, pero la condena que se hace de todo el clero como metiendo en el mismo saco al 94% restante tampoco es de rigor), pero al final los “malos de la peli” son casi un simple leif motive para que avance la trama, una justificación que no desvía la atención de los focos de los verdaderos protagonistas, los periodistas, y que en caso de haber sido un relato de ficción podría haber resultado igual de fascinante en caso de haberse optado por la corrupción política que hay en la actualidad en nuestro país o los escándalos financieros que denuncian otras películas como La gran apuesta.
Pero como digo, lo importante es la prensa. Y por ello el reparto que compone al equipo Spotlight es impresionante. Liderados por un Michael Keaton que pareció renacer con Birdman y no parece querer desaprovechar esa oportunidad, el resto del equipo lo componen Mark Ruffalo, Rachel McAdams (ambos nominados al Oscar) y Brian d’Arcy James. Además, se cuenta también con la presencia de John Slattery como editor del Globe, Liev Schreiber como nuevo editor jefe e impulsor de la investigación) o Stanley Tucci en el papel de abogado de las víctimas.
Intrépida, emotiva y alejada del sentimentalismo rancio, Spotlight es imprescindible por lo que revela pero más aún por cómo lo revela. Y sobre todo por las brillantes interpretaciones que nos regalan sus actores.

Valoración: 8 sobre 10.

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