miércoles, 6 de mayo de 2020

Visto en Amazon: GOOD OMENS

Nacida inicialmente en el canal Starz, la adquisición de Amazon Prime Video para la distribución internacional de la serie American gods fue el primer encuentro entre Amazon y Neil Gaiman, autor todoterreno que lo mismo escribe historias para el comic (creador de The Sandman, revisionó el Universo Marvel en la mini-serie alternativa Marvel: 1602 y sin duda su versión de Los Eternos tendrá mucho que decir en la inminente película del MCU),  novelas (entre las más conocidas destacan Stardust y Coraline, ambas adaptadas a la pantalla grande) o guiones de televisión (ha trabajado, entre otras, en Doctor Who).
Good omens (buenos presagios) fue su primera novela, escrita en colaboración con Terry Pratchett, una loca y satírica lucha entre ángeles y demonios en el momento en que el Anticristo llega a la tierra, anunciando el Armagedón.
La serie de Good omens, narrada en primera persona por Dios con la voz de Frances McDormand, cuenta la imposible amistad entre el ángel Aziraphale y el demonio Crowley, que data desde los tiempos del Edén, y como su amor por la humanidad los lleva a revelarse contra su propia naturaleza para, con la ayuda de una bruja y un cazabrujas, evitar su destrucción total.
A medio camino entre la aventura, el misterio y el humor, Good omens se basa en su poderío visual (en ocasiones se nota que el guion es más pretensioso de lo que el presupuesto aconseja, pero tampoco es que eso moleste demasiado) y en el buen trabajo de los protagonistas, en especial un David Tennant desatado y un Michael Sheen que resulta simplemente enternecedor en su fragilidad.
Bastante loca y absurda en algunos momentos, Good omens es de esas historias que podrían rozar la irreverencia, pero con un estilo tan elaborado que no debería llegar a ofender a nadie, quedando en una gamberrada muy bien lograda y que provoca una adición casi hipnótica.
En resumen, una propuesta muy recomendable para quien busque algo diferente, extravagante, conscientemente ridícula y, por si con lo dicho no fuese suficiente, con música de Queen de fondo. No hace falta pedir más.

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