lunes, 4 de agosto de 2014

AVIONES: EQUIPO DE RESCATE (6d10)

Cuando se promociona el estreno de un título de estas características como: “la nueva película de los Estudios Disney” siempre se olvidan de mencionar que el estudio firmante se llama en realidad Disneytoons. Me explicaré: Disneytoons es en realidad una variante nacida del sello ya desaparecido de Disney en Australia que se dedica en la actualidad a productos de animación para la televisión.
Esto resultaba muy evidente en Aviones, estrenada el año pasado, un telefilm animado de calidad insuficiente como para ser estrenada por todo lo alto y que deberíamos comparar a productos Disney menores como las películas de Campanilla o las secuelas de títulos clásicos como La Sirenita, El Rey León, etc. Sin embargo, algún cerebrito de la compañía pensó que el truco de copiar descaradamente a la compañera de viaje Pixar y sus Cars podría ser una buena manera de sacarse un dinerillo y Aviones se estrenó por todo lo grande, estafando a los sufridos padres y aburriendo a los pobres niños que se tragaron una película insulsa, mal hecha y tremendamente aburrida cuya única intención parecía ser la de vender juguetitos en forma de aviones con boca y ojos.
Apenas un año después llega una secuela (hay que seguir exprimiendo la teta), cuando lo normal en una película Disney sería una producción de entre tres y cuatro años. Afortunadamente, alguien ha debido tener un arrebato de conciencia y el listón ha subido lo suficiente como para considerar esta secuela como un film mínimamente digno y lo suficientemente divertido y emocionante como para justificar la hora y media que se le debe dedicar.
Aviones: equipo de rescate recupera los personajes de la primera entrega pero tiene el acierto de profundizar en la personalidad del protagonista, Dusty, y sacarlo de su elemento fundamental -las carreras de élite- para enfrentarlo a un nuevo desafío y a nuevos compañeros de aventuras en una historia con mucho más argumento que su antecesora lo que facilita que las bromas y las situaciones cómicas sean mucho más inspiradas, mientras que los momentos dramáticos –inspirados en las películas de catástrofes clásicas- sean también más intensos.
Sigue sin entusiasmarme la idea de aparatos que se comportan como seres humanos, pero al menos en esta ocasión han logrado entretenerme y provocarme alguna que otra sonrisa, acompañando las peripecias de Dusty con una calidad técnica mejorada que, si bien no oculta totalmente sus carencias televisivas por lo menos sí las disimula.
Aviones: equipo de rescate no es una gran película Disney, pero al menos se deja ver sin avergonzar. Y eso, por sí solo, ya era más de lo que a priori uno podía esperar de ella.

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