miércoles, 27 de agosto de 2014

INFILTRADOS EN LA UNIVERSIDAD (7d10)

Secuela de la entretenida Infiltrados en clase, la nueva aventura de Jenko y Schmidt (compañeros  e imposibles hermanos interpretados por Channing Tatum y Jonah Hill) que vuelven a dirigir Phil Lord Y Christopher Miller, los mismos que realizaron las interesantes Lluvia de albóndigas y La Legopelícula (aunque esta última no me maravilló ni la mitad que al resto del mundo mundial).
Debo reconocer que no tenía grandes expectativas cuando me aventuré a ver este film cuya primera parte me había pasado totalmente desapercibida y a la que solo me he aproximado a raíz del estreno de esta secuela. Sin embargo, si ya me pareció de una calidad más que correcta me ha sorprendido cómo han sabido reinventarse y superar el nivel en esta continuación en la que el humor es mucho más mordaz e inteligente y que roza en algunos momentos la irreverencia hacia el propio mundo del cine.
Ya desde el primer film me dio la sensación de que esta buddy movie trataba de verse reflejada en los Dos policías rebeldes de Michael Bay, también con una secuela, pero en esta ocasión las referencias son casi infinitas, como si Lord y Miller hubieran tenido manga ancha para reflejar en pantalla toda su admiración hacia Bay y su forma de entender el cine. 
Hay, en el arranque del film, multitud de explosiones, coches saltando por los aires, cámaras lentas, movimientos circulares alrededor de los personajes con espectaculares puestas de sol de fondo… 
Incluso se permiten copiar un chiste que casi constituía lo más ingenioso de Transformers: La era de la extinción (allí, en un cine abandonado, el propietario despotrica de lo malo que es el cine actual, malviviendo de secuelas de éxitos pasados, con clara auto parodia hacia la propia Transformers 4; aquí, ante la posibilidad de que Jenko y Schmidt participen en un caso muy similar al de la primera película se insiste en lo malas que son siempre las segundas partes). 
Infiltrados en la universidad no rehúyen nunca de sus orígenes, hasta el punto de que parece amenazar con repetir textualmente el esquema argumental de Infiltrados en clase hasta que un giro de los acontecimientos nos demuestra que lo que hacen es, precisamente, burlarse de ello. 
Y es que unto a las espectaculares escenas de acción, persecuciones y tiroteos, lo verdaderamente acertado de la película es su sentido del humor, sus bromas (muchas de ellas privadas) y referencias (desternillante cuando el personaje de Channing Tatum insiste en que su deseo es dedicarse a la seguridad del Presidente en la Casa Blanca). 
Solo lamento que el guion no haya dado pie a que uno de los protagonistas de la primera película, interpretado por Dave Franco (que tiene una breve aparición), aparezca en el clímax final, precisamente una fiesta de Spring Breakers, mucho más “suavecita” que la que se refleja en la película del mismo título que protagonizó su hermano James. Podría haber sido muy cachondo.
Lo único que lamento es que la distribuidora no haya sabido potenciar este sentido de auto parodia que podría haber atraído a un público muy diferente al esperado y que habría sabido valorar la película mucho mejor que toda esa gente que, por ejemplo, se levantaban al final del film sin disfrutar los carteles de la hipotética secuela que aparecen durante los títulos de crédito, sencillamente desternillantes y con un imprescindible cameo de Seth Rogers. En lugar de eso se han dedicado a potenciar la película con trtailers centrados en los escasos gags escatológicos o soeces que sin duda pueden alejar a muchos espectadores hartos de que les ofrezcan más de lo mismo.
Tatum no es ni mucho menos tan brillante como Hill, pero poco a poco va haciéndose un hueco en Hollywood con una serie de personajes que potencian su simbiosis con el público. No quiero que nadie piense que estamos ante una obra maestra no que los directores son una especie de reencarnación de Billy Wilder, ni mucho menos, pero si de lo que se trata es de pasarlo bien sin más pretensiones, esta es la película ideal.
Si me permiten la vulgaridad: Infiltrados en la Universidad es… para partirse la caja. ¿Se debe pedir más?


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