Después
del tremendo éxito de público y crítica que tuvo hace unos años la producción
animada de DreamWorks Cómo entrenar a tu
dragón no resultaba arriesgado aventurar que tarde o temprano habría una
continuación de las aventuras de Hipo y su dragón Desdentao y más si tenemos en
cuenta que la base de la historia son unas novelas de Cressida Cowellen repartidas
en varias entregas, por lo que ya se ha confirmado la producción de un tercer y
(aparentemente) definitivo film.
Podría
decirse que la historia que sirve como base a este nuevo capítulo es algo más
floja que la original, entremezclando una trama bélica (siempre con los
dragones de fondo, por supuesto) con el descubrimiento del origen familiar de
Hipo (recordemos que en la primera película apenas se menciona a su madre),
pero en cambio el mayor alarde técnico hace que la espectacularidad de la
película suba enteros y el reparto entre emoción y diversión se compagine con
unas escenas de lucha espectaculares y con unos movimientos aéreos que harán
las delicias de niños y mayores.
El
mayor mérito del film es la intención de avanzar en la saga sin repetir
descaradamente el esquema de la anterior, pues sería sencillo caer en la
tentación de contar más de lo mismo limitándose a diseñar nuevos dragones que
emboben a los niños y permitan a la productora vender nuevos juguetes. En lugar
de ello, el director Dean DeBlois ha querido centrar su atención en Hipo, ya un
adolescente con deberes y responsabilidades, que deberá enfrentarse –incluso a
su pesar- a su destino de ser jefe del poblado.
Sorprende,
tratándose de una historia infantil, la dureza que contiene en determinadas
secuencias, demostrando un respeto poco habitual por el público más adulto, y
ofreciendo un drama que, por una vez, no es la que provoca el conflicto
(¿Cuántas películas de Disney arrancan con la muerte del progenitor?) sino
consecuencia del mismo, dándole un aire, sino ya de realismo, al menos sí de
autenticidad, indicando que los finales felices rara vez se producen y que todo
–más aún la libertad- tiene un precio.
Intensa,
sorprendente y ágil, Cómo entrenar a tu
dragón 2 es una magnifica secuela que invita a contar ya los días que
faltan para que llegue el final de la trilogía, que si consigue mantener el
listón deberá entrar por mérito propio en la historia del cine de animación. Si
es que no lo ha hecho ya.
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