Bueno,
pues tras concluir mi segundo día dedicado al Festival de Cine de Cataluña
puedo adelantaros que he disfrutado de tres películas interesantes y
tremendamente diferentes entre sí aparte de un buen rato de tiempo libre para
disfrutar de la población y sus exposiciones y descubrir algún espacio nuevo
del Festival.
Y
uno no puede pasarse por el festival de Sitges y no ver alguna película de
corte oriental. En mi caso la elegida ha sido Tag, de Sion Soto (quien
se llevó además una Màquina del Temps), un realizador japonés que tiene otras
dos películas en la selección oficial del total de cinco estrenos que tiene
previstos antes de que termine el año.
Tag
es una película metafórica, una historia llena de simbolismos algunos más
sutiles que otros criticando el puesto que la mujer ocupa en la sociedad
japonesa actual. Repleto de imágenes cautivadores y desconcertantes su
principal defecto es que arranca con unos diez minutos tan brutalmente
impresionantes que le es imposible mantener el nivel el resto del metraje.
Y
de cine japonés pasamos a cine español. José Skaf, argentino de nacimiento y
madrileño de adopción, debuta en cine con Vulcania, en la que nos presenta una
sociedad cerrada, aislada del resto del mundo, regida por sus propias normas y
bajo el control algo autoritario de un único líder.
Con un reparto
verdaderamente estelar (Miquel
Fernández, Aura Garrido, José Sacristán o Ginés García Millán, todos ellos
presentes en el estreno) la película recuerda demasiado a El Bosque, de M. Night Shyamalan, lo cual la lastra hasta cierto
punto, haciendo difícil que la encontremos original y perdiendo fuerza su
mensaje dirigido a una sociedad sumisa y adormecida. Antes de la película, por
cierto, se hizo la entrega del Gran Premio Honorífico a Oliver Stone.
Y
cierro la jornada con Knock Knock, la última paranoia de
Eli Roth, un habitual por estos lares, cuyo momento más divertido fue cuando el
guionista Nicolás López bromeó sobre los espantosos títulos que se suelen poner
a las películas en España al doblarlas y repasó algunas de las traducciones más
curiosas de Knock, Knock alrededor
del mundo. Y no es que la peli de Keanu Reeves seducido priemro y torturado y
atormentado después por Ana de Armas y Lorenza Izzo sea mala pero todo es
demasiado soso, demasiado previsible. Toda la fuerza (en ocasiones excesiva)
del cine de Roth parece haberse difuminada hasta ofrecernos una simple versión
femenina de títulos como Los Sádicos,
Funny games, Los Extraños… Y hasta el erotismo del que tanto han presumido tanto
Roth como López termina quedando en nada, buscando para colmo una cierta
moralina para nada conseguida. Distraída pero flojita.
Y
hasta aquí puedo leer, como decían por la tele. Mañana será una jornada
tranquila con una sola película prevista, que también toca descansar de vez en cuando.
Eso sí, será una se Schwarzenegger, lo que no es poco.
Hasta
mañana, niños. Sed buenos y recordad: si aparecen dos hermosas señoritas
empapadas en vuestra puerta, no se os ocurra abrir. Bueno, o sí, vosotros
mismos…
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