Cuando
algo se pone de moda se suele sobreexplotar hasta el aburrimiento. Ya hablé en
alguna entrada de finales del año pasado sobre la burbuja de las comedias de
espías y la cosa no tiene aspecto de aflojar.
Un
espía y medio no es gran cosa, no está en la línea de pequeñas joyitas como fue
Kingsman en su momento (veremos qué
sale de su secuela) o la infravalorada Operación U.N.C.L.E., pero tampoco un despropósito como Agente contrainteligente. Se encuentra más bien en la línea de Cuerpos Especiales o Espías, películas facilonas y
previsibles pero que ofrecen justo lo que prometen.
Todas
ellas, además, se caracterizan por ser también buddy movies, es decir,
películas de colegas. Pero como se trata de comedias, los colegas son siempre
lo más antagónicos posibles. Como antagónicos son (tanto como actores como en
lo que se refiere a sus personajes) Dwayne Johnson y Kevin Hart, los protagonistas de Un espía y medio.
Bob Stone y Calvin Joyner se conocieron en el instituto. Mientras el primero era el gordito
excéntrico blanco de todas las bromas crueles, él segundo era la estrella de la
función, el líder nato que lo tenía todo para triunfar en la vida. Pero la vida
te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ¡ay, Dios! y Calvin es ahora un
contable con complejo de fracasado cuya única proeza es la de seguir casado con
su novia antaño (la más guapa del insti) mientras Bob es un super agente de la CIA de cuerpo escultural y grandes
habilidades. Pero también metido en problemas para salir de los cuales va a
precisar de la ayuda de su antiguo colega.
Clásica
comedia de ritmo frenético, espectaculares tiroteos y suficientes estupideces
para provocar más de una carcajada, Un espía y medio logra sortear el peligro
del ridículo ajeno que ronda en más de una ocasión (ese Dwayne Johnson
aficionado a los unicornios) y logra incluso que no se indigeste uno con la
presencia de Hart, más comedido de lo habitual. Así, sin ser tampoco nada del
otro mundo, logra entretener y contiene algún gag especialmente inspirado que
la elevan algo por encime de lo esperado, además de agradecerse alguna que otra
presencia popular como Jason Bateman, Aaron Paul o Melissa McCarthy.
Esto
es lo que hay y, seamos sinceros, ver a “The Rock” repartiendo estopa siempre mola,
¿no?
Valoración:
Seis sobre diez.
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