Trey
Edward Shults es un guionista y director con tan solo una película anterior en
su haber, la inédita en España Krisha,
adaptación de su propio cortometraje que le hizo bastante popular en el ámbito
de los festivales de cine.
Con
semejante bagaje, y viendo el tráiler con que nos pretenden vender Llega de noche, cabría suponer que iba a
ser un realizador del montón, contratado para hacer la clásica peliculita de
terror con cuatro duros y poco talento que con arrastrar a un puñado de
adolescentes al cine le iba a bastar para triplicar su prepuesto y ser un
pelotazo en taquilla. Nada más lejos de la realidad.
Cierto
es que Llega de noche se entrega a
ciertas convicciones del género, como los sustos fáciles a golpe musical, pero
es en contadas ocasiones y con una excusa que desvincula estas escenas de la
propia trama, casi como si fuese una imposición de la productora. Dejando eso
de lado, Llega de noche es, en
realidad, un duro drama de misterio ambientado en un mundo que ha cambiado y
del que conviene saber lo menos posible para que sea la propia película, con su
ritmo lento y angustiante, quien nos vaya sumergiendo en la historia. Baste
saber con que todo se basa en una pareja y su hijo que viven en una casa
aislada en medio del bosque cuya rutina se trunca con la llegada de un
desconocido.
Así,
aun sin que haya ninguna relación argumental, Llega de noche se podría comparar a títulos como La bruja o Déjame salir, ejemplos de películas que podrían llegar a
decepcionar a quien buscara una orgia de sangre y sustos, pero que dejaban bien
claras las intenciones de sus respectivos directores, más centrados en contar
una buena historia, aterradora por sus consecuencias más que por sus golpes de
efecto.
Llega de noche basa su fuerza, aparte de en la inquietante
ambientación, en la presencia de Joel Edgerton, que parece aunar aquí dos de
sus últimas interpretaciones, la del amigo amenazador y desconcertante de El regalo y la del marido entregado
(matrimonio interracial también) de Loving.
Edgerton tiene una fuerza en su mirada y un aura de desconcierto que consigue
condensar en su figura todo el misterio que hay a su alrededor, como si él
fuese la verdadera amenaza del film. ¿Y quién dice que no podría llegar a
serlo? Al fin y al cabo, sustos aparte, esta es una historia de supervivencia
desesperada, un relato de hasta donde es capaz de llegar un hombre por proteger
a su familia, y sobre lo angustiante que puede ser alcanzar una situación
límite.
Llega de noche, pese a su tramposa publicidad, es una película muy
interesante, casi una pieza de cine de autor donde Shults nos regala momentos
visuales muy acertados y una atmósfera realmente opresiva, no solo en el
interior de la casa sino incluso cuando se sale a campo abierto.
Valoración:
Siete sobre diez.
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