lunes, 10 de julio de 2017

LLEGA DE NOCHE, ambientación malrollera de calidad

Trey Edward Shults es un guionista y director con tan solo una película anterior en su haber, la inédita en España Krisha, adaptación de su propio cortometraje que le hizo bastante popular en el ámbito de los festivales de cine.
Con semejante bagaje, y viendo el tráiler con que nos pretenden vender Llega de noche, cabría suponer que iba a ser un realizador del montón, contratado para hacer la clásica peliculita de terror con cuatro duros y poco talento que con arrastrar a un puñado de adolescentes al cine le iba a bastar para triplicar su prepuesto y ser un pelotazo en taquilla. Nada más lejos de la realidad.
Cierto es que Llega de noche se entrega a ciertas convicciones del género, como los sustos fáciles a golpe musical, pero es en contadas ocasiones y con una excusa que desvincula estas escenas de la propia trama, casi como si fuese una imposición de la productora. Dejando eso de lado, Llega de noche es, en realidad, un duro drama de misterio ambientado en un mundo que ha cambiado y del que conviene saber lo menos posible para que sea la propia película, con su ritmo lento y angustiante, quien nos vaya sumergiendo en la historia. Baste saber con que todo se basa en una pareja y su hijo que viven en una casa aislada en medio del bosque cuya rutina se trunca con la llegada de un desconocido.
Así, aun sin que haya ninguna relación argumental, Llega de noche se podría comparar a títulos como La bruja o Déjame salir, ejemplos de películas que podrían llegar a decepcionar a quien buscara una orgia de sangre y sustos, pero que dejaban bien claras las intenciones de sus respectivos directores, más centrados en contar una buena historia, aterradora por sus consecuencias más que por sus golpes de efecto.
Llega de noche basa su fuerza, aparte de en la inquietante ambientación, en la presencia de Joel Edgerton, que parece aunar aquí dos de sus últimas interpretaciones, la del amigo amenazador y desconcertante de El regalo y la del marido entregado (matrimonio interracial también) de Loving. Edgerton tiene una fuerza en su mirada y un aura de desconcierto que consigue condensar en su figura todo el misterio que hay a su alrededor, como si él fuese la verdadera amenaza del film. ¿Y quién dice que no podría llegar a serlo? Al fin y al cabo, sustos aparte, esta es una historia de supervivencia desesperada, un relato de hasta donde es capaz de llegar un hombre por proteger a su familia, y sobre lo angustiante que puede ser alcanzar una situación límite.
Llega de noche, pese a su tramposa publicidad, es una película muy interesante, casi una pieza de cine de autor donde Shults nos regala momentos visuales muy acertados y una atmósfera realmente opresiva, no solo en el interior de la casa sino incluso cuando se sale a campo abierto.

Valoración: Siete sobre diez.

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