Cuando se anunció el remake de Jumanji, aquella simpática película con Robin Williams de protagonista, lo más normal era llevarse las manos a la cabeza y preguntarse: ¿porqué? Y más con el referente tan cercano de Enganchados a la muerte, que solo conseguía engrandecer a la original.
Sin embargo, Jumanji: bienvenido a la jungla (que al final resulta ser más una secuela que un remake), no solo dignifica el recuerdo de la película de Joe Johnson sino que la supera incluso.
No hay que buscar originalidad en la propuesta firmada ahora por Jake Kasdan (Bad Teacher y Sex tape son hasta ahora las únicas muestras de su talento), ya que el esquema argumental sigue casi a pies juntillas a su fuente de inspiración, aunque gracias a un inteligente desarrollo de personajes y al buen hacer de sus cuatro intérpretes adultos, la película resulta ser un estupendo divertimento, una trepidante aventura divertida y muy emocionante que sabe reírse de si misma lo suficiente como para que toda la locura mostrada funcione sorprendentemente bien.
Ha pasado el tiempo de los juegos de mesa, así que el diabólico Jumanji (que cabe recordar que ya tuvo una suerte de secuela espacial llamada Zathura) debe evolucionar y se transforma en un videojuego que abduce a los jugadores y los transporta a ese mundo imaginario en el que deben superar diversas pruebas para llegar a un final feliz.
La nueva Jumanji es fresca y divertida, sobretodo gracias a entregarse por completo a un actor con tanto carisma como es Dwayne Johnson, un artista quizá sin demasiados registros pero que nunca defrauda (él era de lo poco salvable de Baywatch). Además, la química con el resto de sus compañeros es total y actores supuestamente cómicos tan denostados como Kevin Hart o Jack Black están geniales. No es tan sencillo como parece ser capaces de hacer dos personajes en uno, el que representan en el juego y el que llevan en su interior, y en este sentido es Black quien más se luce gracias a su doble identidad sexual. Karen Gilliam, cuyo personaje parece haber tomado buena nota de lo acontecido en Guardianes de la Galaxia, completa el solvente cuarteto protagonista.
Es fácil en este tipo de películas caer en los tópicos, pero Kasdan logra aprovecharse de ellos para convertirlos en homenajes a esas películas de aventuras de series B que darían origen a tipos como Indiana Jones, a la par que hay incluso para su momentito emotivo cuando todas las pruebas mortales a las que se enfrentan tienen, como en la primera película, la meta de convertir a los jugadores en mejores personas.
En resumen, estimulante y fresca película de aventuras y fantasía que resulta de lo más recomendable dentro de la cartelera navideña de estas fiestas y que puede resultar un disfruta para toda la familia.
Valoración: Siete sobre diez.
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