jueves, 5 de marzo de 2020

Lecturas: AÑORANDO A SPIDERMAN

Aunque Spiderman sea un personaje eterno, refiriéndome principalmente a su versión en papel (lo de la animación televisiva o el celuloide es otra cosa), lo cierto es que da la sensación de que las grandes historias sobre el arácnido son cosa del pasado.
Después de una serie de sagas bastante brillantes de la mano de Straczynski (lo de Pecados del pasado me lo reservo para otra ocasión), el Mefistazo (no voy a meterme en el marrón de explicaron qué es eso; si no conocéis la saga One more day buscadla en Internet: tienen su propia página en la Wikipedia) cambió las reglas y dio pie a una etapa bastante mediocre, con un constante baile de autores hasta que confiaron en Dan Slott como guionista único, perdurando en Amazing Spiderman la friolera de diez años y dotando al bueno de Peter Parker un puñado de historias bastante meritorias, como Spider IslandSuperior Spiderman o, sobre todo, Spiderverso, saga que dio pie a la magnífica película animada de Sony. Sin embargo, aunque se tratara de buenas historias, carecían de la magia de antaño, como si este no fuese exactamente el mismo Peter Parker al que conocemos y amamos o, en el peor de los casos, como si hubiese madurado y, con los años, hubiese perdido su chispa.
Aunque Slott ya no se encarga de escribir la serie principal, la magia sigue sin haber vuelto por las páginas de Spiderman, pero afortunadamente este 2020 lo hemos estrenado con dos magníficos tomos que rememoran épocas del pasado con una brillantez inaudita.
Por un lado, el veterano Peter David se encarga de Simbionte Spiderman. David ha sido siempre uno de mis autores Marvel preferidos y conoce como pocos al trepa muros. Para la ocasión, ha realizado un ejercicio muy similar al que hiciera Kurt Busiek (otro de mis idolatrados) en la serie Historias jamás contadas de Spiderman y ha imaginado nuevas situaciones del lanza redes ubicándolas en el tiempo en una época muy concreta, en este caso tras su regreso de las Secret Wars.
Voy a poner en situación a los no iniciados: en aquellos tiempos Peter y MJ habían roto y Spiderman tenía una historia sentimental con la Gata Negra. Tras desaparecer de la tierra durante un breve periodo de tiempo, en el que participó junto a los principales héroes y villanos Marvel en un combate para distracción de un ser conocido como El Todopoderoso, Spiderman regreso de esas “Secret Wars” con un nuevo uniforme. Se trataba de un traje negro con el símbolo blanco capaz de generar sus propias redes y de cambiar su aspecto a voluntad. Una pasada de vestimenta, desde luego, si no fuese porque más adelante se descubriría que en realidad era un ser simbiótico de otro planeta que se alimentaba de sus sentimientos y que, a la postre, daría origen a Veneno.
El caso es que la etapa del traje negro fue intensa pero breve y pronto se regresaría al uniforme rojo y azul de toda la vida, aunque hasta la aparición del “protector letal” se fueron alternando ambas vestimentas. Lo que ha hecho Peter David es regresar a esa época y crear nuevas aventuras situadas en aquellos días sin dañar, en ningún momento, la continuidad histórica e incluso complementando situaciones escritas hace ya cuarenta años.
Esto podría verse como un simple ejercicio de nostalgia (siempre aplaudí la relación entre Petey y Felicia Hardy) si no fuese porque se trata de historias muy bien contadas, impecablemente dibujadas por Greg Land y que no solo son mucho más emocionantes y divertidas que las etapas más actuales del héroe de Nueva York, sino que supera incluso a muchas de las historias enmarcadas en aquella época tan lejana ya.
También como ejercicio de nostalgia podría considerarse la serie limitada Toda una vida, en la que uno de los guionistas estrella del momento, Chip Zdarsky, se alía con uno de los mejores dibujantes que ha tenido el trepa muros, Mark Bagley (brillante tanto con el Spiderman clásico como con el de la versión Ultimate, donde junto a Brian Michael Bendis batió el récord de números realizados por un mismo equipo creativo).
Toda una vida parte de la premisa de lo que le hubiera pasado a Peter Parker después de la picadura de la araña que le dio sus poderes si los años hubieran pasado para él a tiempo real. Así, rememorando una serie de acontecimientos que sucedieron en el Universo Marvel comiquero, cada número de la serie salta de una década a otra para ofrecernos a un Peter Parker cada vez más envejecido y fuera de su mundo. Así, aunque el primer número parezca una simple actualización de las historias que Stan Lee guionizó en los años 60’, a medida que avanzamos en el tiempo las cosas se van corrompiendo, dando un aura de realismo macabro a sagas que todos tenemos en el recuerdo y retorciendo la realidad de Peter Parker de una forma tan dolorosa como cruel.
Esta es, en resumen, una gran obra que nos devuelve, otra vez, a unos momentos mágicos en el tiempo, pero de una manera diferente que sirve como un resumen de la vida de Spiderman para el lector casual pero que supone una dosis de impactantes perversiones de la historia para el lector fiel, siendo una especie de biografía alternativa para Peter Parker, quizá el What if? definitivo.
Os hablo, pues, de dos títulos de Spiderman realmente imprescindibles, dos obras de arte que Panini ha recopilado en sendos tomos (tapa blanda el de Simbonte Spiderman, tapa dura el de Toda una vida), y que nos devuelve a un trepa muros que ya creíamos olvidado.

Añoraba a mi Spidey de toda la vida. Estos días me conseguido reencontrarme con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario