Hace apenas un suspiro Zack Snyder se resarcía de su marcha por la puerta de atrás de Warner firmando un lucrativo contrato con Netflix que le permitiría, aparte de realizar varias películas (como la inminente Rebel Moon), crear su propio universo compartido. La primera piedra de su franquicia fue Ejército de los muertos, una locura zombi que poco tenía que ver con su mucho más sobria El amanecer de los muertos pero que funcionó francamente bien.
Plagada de aciertos y errores, casi todo el mundo
coincidía en que lo mejor de la función era el experto en cajas fuertes interpretado
por Mathias Schweighöfer, un verdadero roba planos que emboscada incluso al
supuestamente molón Dave Batista. De manera que el siguiente peldaño de la escalera
ha sido una precuela dedicada a prestarnos el pasado del personaje de Dieter,
que resulta que en realidad se llama Sebastian, para así conocer (como si
alguien lo hubiese preguntado) como había terminado metido en un aparatoso robo
en unas Las Vegas plagada de muertos vivientes.
El caso es que si Ejército
de los muertos se podía definir como una especie de Ocean's Eleven con zombies, en Ejército de los ladrones el elemento de terror se elimina de la ecuación, quedado una cita de robos bastante aislada y
con un humor que la aleja también de las películas de Sodelbergh.
De nuevo con un reparto coral pero donde sobresalen el
propio Schweighöfer y Nathalie Emmanuel (la Missandei de Juego de tronos o Ramsey en Fast
& Furious), Ejército de los
ladrones combina la intriga, el humor, la acción e incluso unos toques de
romance de manera bastante efectiva, consiguiendo
ser una propuesta sencilla pero muy entretenida.
Poco o nada hay en el estilo de Ejército de los ladrones, dirigida por el propio Schweighöfer, de
la película de Snyder, por más que todo parta de su propio guion. Con giros de guion rocambolescos y
persecuciones propias de la saga de Vin Diesel, el hecho de ser consciente de
sus propios carencias favorece mucho a la película, que lejos de la ambición de
la película de zombis inicial, no busca más que ser un pasatiempo simpático y
fugaz cuya principal pega podría ser precisamente, algunos momentos algo impostados,
amén del epílogo, cuya única finalidad es unirlos al mundo de Ejército de los muertos, y sin los cuales, vista como película
independiente, habría sido más disfrutable a la par que coherente con el destino
final del protagonista, lastrado también el argumento por tener que desembocar
en un final acorde con el principio de la otra.
Valoración: Seis sobre diez.
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