Locke & key fue una de esas series que lo petó en Netflix en el momento de su estreno, consiguiendo que todo el mundo hablara de ella. Es cierto que la mayor parte del mérito cabe atribuírsela a Joe Hill y Gabriel Rodríguez, autores de los cómics queadapta, pero hay que reconocerles a los responsables de la producción los aciertos de la misma.
No cuenta entre estos aciertos las libertades que se tomaron
con respecto a la historia original con tal
de dejar las puertas abiertas a una secuela que, en vista de éxito,
parecía obligada. Ahora todo era
cuestión de ver como se desenvolvían los guionistas libres de las limitaciones
impuestas por Hill y Rodríguez y tras el estreno de la segunda temporada ya sabemos
el veredicto: mal.
Definitivamente, esta nueva tanda de episodios demuestra
que la serie se ha estirado de madera innecesaria, dando su argumento tumbos y componiendo
personajes que pocas veces actuaban siguiendo la lógica. El tema de las llaves se les ha ido de las
manos a los guionistas, dejando que las
curiosas peculiaridades mostradas en la temporada uno sean ahora disparatadas, obligando
a una suspensión de la incredulidad excesiva, algo que pese a lo imposible de
lo planteado en la temporada uno, tampoco era necesario. Además, hay diálogos y situaciones que rozan el
ridículo y ni siquiera es fácil mantener una empatía con los hermanos protagonistas
que en los textos originales funcionaba muy bien.
No niego que tras haber pasado nuevas aventuras a su
lado, no se consiga una cierta tensión, haciendo bastante efectivos los cliffhangers con los que terminan los
episodios, pero dado que las resoluciones luego no eran todo lo satisfactorias
posibles, tampoco sé si merece ser considerado como un acierto.
En fin, una decepción en toda regla que prueba que por
abusar de los momentos WTF va a molar
más y se equivoca estrepitosamente. El final hace pensar en una tercera temporada, pero visto lo visto
creo que yo me voy a bajar ya de carro y recuperar los dos tomos de la edición
integral de los cómics. Así recuperaré
el buen sabor de boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario