Exquisita
recreación de la historia real de Dido Elizabeth Belle, la hija bastarda de un
aristócrata en el Londres del siglo XVIII que pese a ser de raza negra recibe,
tras la muerte de sus padres, la educación y consideraciones dignas de su clase
social, aunque con ciertas restricciones.
Educada tras la muerte de sus padres por sus tíos Lord y Lady Mansfield
y considerada como una hermana por su prima Elizabeth Murray, Belle y Elizabeth
crecen en la comodidad y el lujo de estar acogidas por Lord Mansfield, juez de
las Cortes Supremas y, tal y como comenta alguien en la película, posiblemente
la persona más poderosa de Inglaterra después del rey. Se da la ironía de que,
llegadas a la edad de buscar marido, Dido es heredera de una gran fortuna,
mientras que Elizabeth es repudiada por su propio padre, con lo que la chica
negra, por más que sea considerada como alguien inferior en esa época, es la
que consigue más pretendientes.
La
historia de Dido fue impactante no solo por la aceptación que se ganó a pesar
de su color de piel sino por la in fluencia que tuvo en su tío a la hora de
dictar una sentencia en referencia a la esclavitud. Independiente y
revolucionaria, la vida de Dido es como un caramelo para Hollywood que la
británica Amma Asante ha aprovechado para construir una narración de época con
toques de drama y romance pero cuyas verdaderas intenciones están en un alegato
en contra de la discriminación racial (no en vano la propia directora es de
color) aprovechando de paso para hacer una burla de la aristocracia que no duda
en poner los intereses económicos por encima de cualquier sentimiento. Aun sin
tener rasgos de comedia, resulta cruelmente divertida la secuencia en que las
madres buscan desesperadas mujeres con buenas dotes para casar como sea con sus
hijos.
Posiblemente,
todo y la buena mano de Asante como realizadora, una de las bazas del film está
en su reparto, encabezado por los siempre excelentes Tom Wilkinson y Emily
Watson y que tiene en Gugu Mbatha-Raw y Sarah Gordon en el papel de las jóvenes primas sus mejores
armas, con una caracterización y química entre ellas impecable y que logra que
sus actuaciones convenzan y emocionen.
En
ocasiones el cine histórico o de época puede resultar anodino o incluso
pedante, pero Belle nos descubre un
pedacito de historia imprescindible y con una sencillez y elegancia muy de
agradecer.
Y sin necesitar de tres interminables horas
como hacen otras.
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