sábado, 23 de noviembre de 2019

EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA

La nueva película de Daniel Calparsoro es la adaptación de la exitosa novela homónima de Eva García Sáenz de Urturi, pero bien podría plantearse como una secuela (o precuela, que en realidad se rodó con anterioridad) de El asesino de los caprichos. No solo comparte temática, sino que Aura Garrido interpreta en ambas a una policía que, con ligeros retoques, podrían ser el mismo personaje.
La diferencia está en El silencio de la ciudad blanca cuneta con una buena base literaria y un director que sabe llevar con tino este tipo de thrillers (aunque hay que reconocerle que Cien años de perdón era algo mejor que El aviso). No significa esto que estemos ante una película perfecta, pues ni mucho menos, pero es que en comparación con la propuesta de Gerardo Herrero son como el día y la noche.
Al final, todo se resume en lo mismo: la sombra de Fincher es alargada, y otra vez parece que estemos ante un intento de copiar la atmósfera de Seven sin conseguirlo del todo. Además, hay algunos errores conceptuales, algunos juegos que podrían funcionar sobre el papel pero que en cine no funcionan (al no ser que te llames Alfred Hitchcock), como por ejemplo mostrar la identidad del asesino en el primer tramo de película, descartando el que debería ser el giro argumental más potente.
Hay muchos problemas con la película, pero que se disimulan bien con la puesta en escena de Calparsoro y con el buen trabajo interpretativo, en especial un inspirado manolo solo que se come con patatas a un esforzado pero insulso Javier Rey.
Otra historia más de misterios a la española, un género que en los últimos años se nos da muy bien pero que tiene en La isla mínima a su máximo exponente, casi imposible de superar. En el caso que nos ocupa, estamos más bien ante un divertimento de esos en los que más vale no dar muchas vueltas a lo que está sucediendo y, simplemente, dejarse llevar por la narración, sin necesidad de análisis posteriores. Al menos, garantiza un par de horas interesantes.


Valoración: Seis sobre diez.

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