Cuando Harold Ramis se convirtió en director de culto gracias a Atrapado en el tiempo (esa película que por aquí casi todos llama equívocamente El día de la marmota), poco imaginaba que su invento iba a ser copiado en repetidas ocasiones. Al filo del mañana, Feliz día de tu muerte o la serie Muñeca Rusa son solo algunos ejemplos más o menos recientes, de manera que Palm Springs es el más reciente.
Dirigida
por Max Barbakow, la película es una nueva vuelta de tuerca, esta vez en clave
de comedia romántica, al tema de los viajes en el tiempo mediante reinicios a
partir de la muerte de los protagonistas. Todo gira alrededor de una boda en la
susodicha Palm Springs, donde Nyles lleva ya un tiempo atrapado en ese bucle
interminable hasta que Sarah cae en la misma maraña. Sin saber cómo revertir la
situación, ambos tendrán la oportunidad de conocerse mejor, a la vez que deben
evitar los histriónicos ataques de un J.K. Simmons desatado, quizá lo más
divertido de la función.
Sin
ser nada del otro mundo (ni tampoco pretenderlo), Palm Springs consigue aunar una buena dosis de comedia y drama sin
que rechine, gracias a la construcción de unos personajes que desprenden
empatía y cariño y que consiguen que el espectador se preocupe por ellos y por
lo que les pueda acontecer.
Una
parte del mérito es del guion de Andy Siara, que consigue dar pie a una comedia
tan divertida como entrañable, pero también es muy importante la química que
demuestran tener Andy Samberg y Cristin Milioti, manteniendo la película a flote
en todo momento.
En
fin, película sencilla y muy agradable de ver que, pese a seguir la estela, una
vez más, de Atrapado en el tiempo,
consigue tener una personalidad propia que la hace suficientemente fresca para
que merezca la pena darle una oportunidad.
Valoración:
Seis sobre diez.
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