Parece que el bueno de Mario Casas le ha cogido el gustito a esto de conjeturar con Netflix. Tras tener un papel ligeramente secundario en Hogar y darlo todo en El practicante, ahora regresa al mundo de las series (mini serie en este caso) para ponerse en la piel de El inocente.
Todo arranca de
manera ligeramente similar a No matarás,
con una mala decisión tomada una noche cualquiera y con una bella mujer por en
medio. En este caso, tenemos un incidente que le va a perseguir a lo largo de
los años y de cuya sombra no le va a ser fácil escapar.
Pero, pese a lo que
el título parezca reflejar, no todo gira en torno al personaje de Casas, como
demuestra que cada uno de los ocho episodios arranque con una voz en off de un
protagonista diferente, sino que la serie plantea una especie de triángulo del
que también forman parte su esposa, a la que pone rostro Aura Garrido, y la
policía responsable de investigar el caso de una monja suicida, excelente
Alexandra Jiménez.
Inspirada en una
novela de Harlan Coben, la serie se muestra como una magnífica adaptación,
siendo capaz de mantener toda la esencia argumental del libro pero
encontrándose muy bien al formato televisivo, con cliffhangers que te dejan con los dientes largos tras cada episodio y permitiéndose
variar un poco el final original, logrando así incluso superar al material
literario, consiguiendo con ello el aplauso del propio Coben, implicado en la
adaptación.
Si se quieren
encontrar peros a la serie dirigida por Oriol Paulo es la constante necesidad
de hacer saltos de fe para tragarse tanto giro retorcido y casi inverosímil
capaz de aunar con coherencia una red de trata de blancas que parece salida de Sky rojo, el dolor de un padre incapaz
de superar la pérdida de un hijo y la infidelidad, extorsión incluida, de una
esposa, un batiburrillo de ideas que analizadas en profundidad no casan
demasiado bien, quizá por la necesidad de crear esos mencionados cliffhangers que mantengan el interés,
pero que vista en su conjunto consiguen enganchar al espectador y, al menos,
cierra ofreciendo una explicación certera a todo lo que estamos contemplando
atónitos en pantalla.
Ayuda, y mucho, el
casting, un relato de nivel con nombres como José Coronado, Juana Acosta, Miki
Esparbé, Xavi Sáez o Gonzalo de Castro, que terminan por dar relumbrón a la
serie.
En resumen, una
propuesta cargada de intriga, capaz de enganchar y desconcertar al espectador y
que sabe finalizar con brillantez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario